La crisis del coronavirus se llevó también por delante el «Alderdi Eguna» (Día del partido), la gran fiesta del PNV. Las campas de Foronda (Álava), lugar de peregrinación de la militancia nacionalista cada último domingo de septiembre, presentaban ayer un aspecto radicalmente atípico, con la sola presencia del presidente del partido, Andoni Ortuzar, y de varios altos cargos de su ejecutiva. No había rastro del lendakari Urkullu ni de los miembros de su Gobierno. «Si hacemos bien nuestro trabajo, el año que viene estaremos aquí y volverá a sonar alegre la megafonía, volveremos a oler a talo con chorizo o a sardinas asadas, volveremos a juntarnos y ojalá que abrazarnos sin miedo», dijo Ortuzar, que, en una escueta comparecencia, asumió que se avecinan «semanas intensas de trabajo» para los suyos. Y no solamente por las urgencias de la pandemia, sino también por la negociación de unos Presupuestos estatales que apuntalen la recuperación de la autonomía. Desde Sabin Etxea vienen insistiendo en la necesidad de que el Gobierno central saque adelante las Cuentas con el apoyo de los partidos que auparon a Pedro Sánchez hasta La Moncloa. Ayer, Ortuzar reiteró que su partido tiene «la mejor voluntad del mundo» de cara a la negociación a fin de que los PGE «vayan por la senda correcta». En este sentido, puso de relieve la importancia de anteponer «las necesidades más apremiantes de la ciudadanía» por encima de «cálculos partidistas o de alineamiento ideológicos». «Ahí van a encontrar al PNV», aseguró. Los nacionalistas, que como es habitual guardan con celo todo lo que negocian en Madrid, han puesto ya sobre la mesa algunas de sus condiciones para apoyar los Presupuestos. Estas pasan, entre otras cuestiones, por fijar el límite de gasto de las diputaciones y los ayuntamientos de la autonomía vasca, algo que se abordará en la Comisión Mixta de Concierto que tendrá lugar previsiblemente el miércoles. El PNV busca a su vez consolidar su influencia sobre el reparto de los «fondos Covid» europeos. En palabras de Ortuzar, el objetivo no es otro que «crear empleo de calidad y futuro». «Seremos lo que define al PNV, un partido útil al servicio de este pueblo», manifestó. Fiesta atípica La pandemia impidió a los nacionalistas celebrar por todo lo alto el 125 aniversario de su partido. De hecho, el «Alderdi Eguna» de ayer apenas duró media hora. A las 12, Ortuzar y los presidentes de los consejos territoriales izaron a media asta una ikurriña en homenaje a los fallecidos de coronavirus en el País Vasco y también en Navarra y el País Vasco francés. Posteriormente, prendieron la llama con la que quisieron simbolizar la vigencia de su «compromiso con Euskadi».De España https://ift.tt/36aKRpd
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