Las cifras ostentosas y mareantes del planeta fútbol nos llevan a pensar que los jugadores más ricos son los que cualquiera puede imaginar: Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar, Mbappé, Lewandowski, Salah, Harry Kane, Dybala, Cavani… Sin embargo, nada más lejos de la realidad, por muy sorprendente que parezca. Asombroso, pero cierto. El futbolista en activo más acaudalado del mundo responde al nombre de Faiq Bolkiah y, con solo 22 años, puede presumir de una fortuna superior a los 20.000 millones de euros. ¿Y de quién se trata? Pues de un centrocampista de doble nacionalidad: estadounidense y de Brunéi. Resulta que es hijo del príncipe de este exótico territorio del sureste asiático, Abdul Malik, y sobrino del sultán del diminuto país, Muda Hassanal Bolkiah. De manera que personifica aquello de «vino con un pan bajo el brazo», gracias a esa suculenta herencia que le aguarda. Una lluvia de millones que lo envuelve en una aureola especial, incluso aunque sea ahora cuando acaba de firmar su primer contrato profesional. En efecto, su paso por las academias de formación del Arsenal y del Leicester dan pie a una experiencia en la Liga portuguesa, ya que lo ha contratado el Marítimo de Funchal, un club de la capital de Madeira que siempre ha protagonizado una gran rivalidad con el otro estandarte de la isla: el Nacional, donde se fraguó la leyenda de juventud de Cristiano Ronaldo. Fútbol de toque Cuentan en el principal enclave del archipiélago luso, situado a unos 56 kilómetros de distancia de Porto Santo, que esta ha sido, precisamente, una de las razones de su fichaje por la escuadra rojiverde: poder empaparse del espíritu de su gran ídolo, en vista de que Funchal se ha convertido en una suerte de parque temático a mayor gloria de su hijo más ilustre. Sí, porque CR7 nació en el Hospital Nélio Mendonça de la preciosa ciudad, dio sus primeras patadas en el humilde barrio de Sao Gonçalo y hoy copa con su nombre el aeropuerto internacional, así como una plaza en la Marina, donde se despliegan el museo a él dedicado y el hotel cuya gestión comparte con el empresario hotelero local Dionisio Pestana. Ahí es donde Bolkiah pretende curtirse, en medio de un ambiente que respira fútbol al lado de la naturaleza espectacular que enmarca la región madeirense. Cierto que el Marítimo no suele acercarse al top 5 de la Liga portuguesa, pero también lo es que se constituye en un acreditado escaparate del fútbol moderno al otro lado de la frontera. De hecho, el Benfica, el Oporto, el Sporting de Lisboa y el Sporting Braga «pescan» a menudo en sus aguas sosegadas, donde el fútbol de toque campa a sus anchas. Más de un madeirense se pregunta: ¿Por qué desea jugar la competición oficial portuguesa este jugador tan desconocido como ultramillonario? El dinero le envolvió desde que era un bebé y ya estaba predestinado a sobrepasar en ganancias a varios de los jugadores más famosos de Europa y de América. Pero Faiq Bolkiah quiere saltar al primer plano, presto a reivindicarse como un director de juego en el césped y a poner en práctica las enseñanzas que le han inculcado en las categorías inferiores de dos iconos de la Premier League. Ahora le llega la hora de la verdad, sin la presión de ganarse el sueldo y con el foco puesto en los deseos de extender su gran sueño de triunfar en el centro del universo. De momento, ya ha debutado con la selección de Brunéi, que eligió por respeto a sus tradiciones familiares. De hecho, ni se planteó defender la camiseta de los Estados Unidos.De Deportes https://ift.tt/309SqIT
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