La alargada sombra de Cruyff

Salvo sorpresa o giro de 180 grados en las negociaciones que este lunes se estaban manteniendo, el Barcelona anunciará en breve a Ronald Koeman como nuevo entrenador para las dos próximas temporadas, aunque el segundo año estará condicionado a la decisión del nuevo presidente y que tomará cuerpo con una cláusula de rescisión unilateral de contrato. El holandés ha sido la opción escogida, aunque el rastreo del mercado no dejaba muchas más opciones ante las condiciones que debe cumplir el inquilino del banquillo culé. Haber vestido la camiseta azulgrana, ser culé de cuna o comulgar con la filosofía cruyffista son valores innegociables para ilusionar a la afición, contentar a la crítica y caer de pie en el vestuario, aunque son peculiaridades que hipotecan la búsqueda y la reducen al máximo. Ronald Koeman aúna todas ellas por su vínculo con Cruyff (fue uno de los capitanes del Dream Team), su pasado azulgrana (marcó el gol que le dio al Barcelona la primera Copa de Europa de su historia), su cercanía a la escuela holandesa (ha entrenado al Ajax, PSV y al Feyenoord entre otros) y a su conocimiento de la Liga actual (en la temporada 2007-08 dirigió al Valencia). Xavi Hernández era el otro candidato que generaba consenso en la masa social azulgrana y lograba el visto bueno de la mayoría de precandidatos que optan a sentarse en el sillón presidencial la próxima temporada, aunque el catalán declinó la oferta que le llegó el pasado mes de enero aduciendo que aún era pronto y que cuando llegara al club quería plenos poderes en la parcela deportiva. Incluso García Pimienta, técnico del filial que ha dirigido a todas las categorías inferiores, se contemplaba como una seria alternativa a Quique Setién para conducir al Barcelona a lo largo de la transitoria y larga travesía durante la próxima campaña. La lista de la agenda de Abidal no registraba ningún nombre más. La posibilidad de que fuera Pochettino el escogido tras su buen papel en el Tottenham encrespó aún más los ánimos de la afición y de buena parte de la directiva, que consideraba una broma de mal gusto ofrecerle el banquillo a un entrenador que se ha identificado profundamente con el Espanyol, enemigo local, y ha embarrado los valores del Barça y la posibilidad de dirigir la nave. El sello de Pep Existe una corriente en Barcelona y en el Barça que tilda de herejía todo aquello que no se identifique con Cruyff o con Pep Guardiola, que sublimó los conceptos implantados por el genio holandés. Conceptos como La Masía, posesión o ataque elevan a la máxima potencia el «fútbol total» inventado por Rinus Michels cuando ganó tres Copas de Europa con el Ajax en la década de los setenta. Aunque Ronald Koeman cumple con todos los preceptos para ser el nuevo entrenador del Barcelona, no encaja en todos los proyectos que están preparando los precandidatos a la presidencia. «A Koeman se le podría proponer un año y el siguiente condicionado a que el equipo que gane las elecciones le proponga seguir», proponía Emili Rousaud, exvicepresidente y aspirante a una nueva junta del club catalán, mientras que Toni Freixa daba el visto bueno porque «tiene nivel para el Barça». «Los dos únicos técnicos que pueden afrontar este reto son Xavi y Guardiola», apuntaba Víctor Font (en un debate en TV3), quien abogó por colocar interinamente a García Pimienta ya que consideró que «Koeman sería un parche» para esta próxima temporada. Lluis Fernández Alá fue aún más rotundo: «Nuestra apuesta es García Pimienta. Estamos convencidos de que será el nuevo Guardiola. Aquí nos cuesta creer en gente de casa, pero nuestro proyecto es claro: es básico recuperar La Masía y sus valores». Joan Laporta y Jordi Farré aún no se han pronunciado sobre a llegada de Koeman al banquillo del Camp Nou. El técnico holandés se ha sentido liberado de su compromiso con la selección holandesa después de que la crisis del coronavirus haya dejado en el aire la disputa de la Europa el próximo verano. Bartomeu, que ha liderado personalmente la negociación, anunciará hoy su fichaje.

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