domingo, 6 de noviembre de 2022

Dimitrievski: «Mi padre se rio de mí cuando le dije que iba a ser portero»

En 2012, con solo 18 años y apenas una temporada como profesional en el modesto FK Rabotnicki, Stole Dimitrievski (25 de diciembre de 1993, Kumanovo) cogió el petate y se marchó a España en busca del sueño de su vida: hacerse un portero de renombre en el país. Sus primeros pasos, humildes, le llevaron al filial de Cádiz y del Granada, cedido a ambos sitios por el Udinese, equipo al que realmente pertenecía y cuyo dueño, el polémico Gino Pozzo, también lo era de gaditanos y nazaríes. Jugó en Tercera, Segunda B y Segunda, hasta que el Rayo, en 2018, llamó a su puerta. Cuatro años y medio después, en el barrio se le adora, no solo por lo bien que maneja los guantes, sino por su personalidad urbana y mundana que tanto gusta al sureste de Madrid: «Yo también soy de una zona humilde y me identifico mucho con la forma de ser de Vallecas». -¿Cómo fue su infancia en Kumanovo? -Es la segunda ciudad más grande de Macedonia. Mi niñez la recuerdo con dificultades, pero bastante buena dentro de lo que podía ser en estos países en los que sufrimos la guerra de los Balcanes. Mi padre siempre me decía que lo más importante no era lo que se podía tocar, sino sentir. Todo lo que se siente, te apasiona y te gusta es lo que merece la pena de verdad. Y tenía toda la razón. -¿Era buen estudiante? -Aprobaba, pero no me generaba tanta ilusión como el fútbol. Estudiar era algo que me aburría, la verdad. Yo soy una persona que hago pocas cosas en mi vida, pero como le acabo de decir, las que hago es porque me apasionan. -¿Qué recuerda de la guerra de los Balcanes? -Era muy pequeño y no me enteré mucho. Lo que me cuentan mis padres es que antes de la guerra, todo era mejor, pero los balcánicos somos personas echadas para adelante y supimos rehacernos de todo aquello que pasó. -¿Cómo empieza a jugar al fútbol? -Mi primo era un año mayor que yo e iba a una escuela de fútbol, y le pedí a mi padre que me apuntara con él. Él había jugado también a nivel semiprofesional y lo vio bien. Noticia Relacionada real madrid estandar No PSG, el morbazo del sorteo de Champions para el Madrid Rubén Cañizares El conjunto blanco conocerá este lunes su rival en los octavos de final -¿Por qué portero? -Lo probé, me gustó y, al final, me apasionó. Al que no le gustaba era a mi padre. Cuando un día llegué a casa y le dije que sería portero, se rio de mí. 'Y después serás linier', me dijo. Ahora él está contento, claro, pero yo le recuerdo de vez en cuando lo que me dijo. -¿Qué supuso salir tan joven a España? -No fue duro porque realmente tenía un objetivo claro: triunfar en el fútbol y convertirme en un profesional en España, que tiene una de las mejores ligas y se vive bien. A lo bueno es mucho más fácil adaptarse y España era un sitio ideal para crecer y asentarse. -¿Cómo aprendió castellano? -Rápido, con la tele, la música e integrándome en las ciudades donde vivía. -¿Aparte del fútbol, qué otras pocas cosas le apasionan? -Me encanta el café y también la ropa. -Me interesa el tema de la moda. Le he visto posando en alguna que otra revista con un 'outfit', digamos, peculiar. Cuénteme. -Sí, me gusta mucho. Cada vez hay más gente que se atreve a mezclar moda y fútbol, como yo. y eso me alegra. No me desagradaría desfilar en un futuro. Si es de mi estilo y me gusta, ¿por qué, no? -¿Cuál es su estilo? -Es un estilo propio, innovador y atrevido que mucha gente no se pondría. Me pongo cosas vintage que se vuelven a poner de moda, y he creado un estilo propio porque cuando entro al vestuario ya saben que soy yo por mi ropa. Muchos compañeros me dicen que le gusta verlo, pero que no se lo pondrían. Es un estilo urbano, que para otras personas igual no es elegante, pero a mí me encanta. -Del fútbol, ¿solo le gusta jugar o también verlo? -Me gusta el fútbol y me gusta ver el fútbol. Una de las cosas que hacía con mi padre, cuando estaba junto a mí los primeros años en España, es ver fútbol todo el fin de semana, excepto cuando jugábamos nosotros, claro. Y sigo manteniendo esa costumbre. Veo fútbol inglés e italiano, pero sobre todo Primera y Segunda. Además me sirve para analizar a los delanteros contra los que juego. Me fijo dónde se ubican en un córner, cómo tiran las faltas y los penaltis, qué movimientos hacen... -¿Qué vínculo tiene con Vallecas? -Mi ilusión siempre fue jugar en un club con esta pasión que tiene el Rayo. Es el equipo más importante de mi carrera. -¿Lo de irse al Barça la pasada temporada era o no era verdad? -Cuando el río suena es porque algo lleva. Si ha sonado es que algo fue de verdad. Contento porque grandes clubes se interesen por mí. Eso es porque he hecho cosas bien. Fue una gran oportunidad que se pudo dar, pero estoy feliz y contento de dónde estoy. No vivo de historias pasadas. Me gusta el presente. Lo que no se pudo dar no se pudo dar, y no pasa nada. Yo disfruto mucho en el Rayo. La pasada temporada fue increíble y esta ha empezado también fenomenal. -De momento, le gana la pelea a Diego López, que es otro porterazo. -Todos los años hay competencia y la rivalidad es buena. Me hace mejor portero y mejor compañero. -Hablando de mejor portero, hoy tienen enfrente a Courtois. -Es el mejor portero del mundo, a mucha diferencia del resto. La pasada temporada fue clave para ganar la Champions. Si los equipos contrarios hubieran tenido a Courtois, y no el Madrid, esas eliminatorias las hubieran ganado los equipos contrarios.

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