lunes, 14 de febrero de 2022

Génova mantiene la distancia con Vox frente a sectores del partido que piden pactar

Pablo Casado presidirá esta tarde el Comité Ejecutivo Nacional del PP, órgano interno del que forman parte los barones y los principales dirigentes del partido, para evaluar el resultado del 13-F. Se espera un cierre de filas tras la victoria en las elecciones del domingo en Castilla y León , sin intervenciones críticas, aunque el resultado haya sido muy ajustado y el PP quede a expensas de los movimientos de Vox a partir de ahora. Justo lo que querían evitar cuando Alfonso Fernández Mañueco convocó las elecciones en diciembre. «Cuando se ganan unas elecciones, nadie va a discutir el resultado en público», comentan fuentes populares. Pero en privado existe algo que podría definirse como runrún insistente, ruido de fondo o debate interno sobre el rumbo que tiene que tomar el partido a partir de ahora, sobre todo en su relación con Vox. Las elecciones de Castilla y León han situado al PP ante su particular Rubicón, los populares han llegado a un punto decisivo para el proyecto de Pablo Casado: qué hacer con Vox, ¿se mantiene la ruptura casi total de relaciones o se cruza la línea y se da el paso de buscar una alianza que permita tener una mayoría suficiente para gobernar? De entrada, Génova rechaza de plano una coalición con el partido de Santiago Abascal. Está en juego su estrategia basada en 'la moderación y el centrismo', y su objetivo de absorber al votante de centro. Algo que, por otra parte, no han conseguido en las elecciones del domingo. En esa decisión, Génova tiene el apoyo, por no decir aliento, de algunos barones, como Juanma Moreno, Alberto Núñez Feijóo y Fernando López Miras. Alfonso Fernández Mañueco siempre ha estado al frente del mensaje 'moderado' en el PP, y nunca ha sido amigo de estrechar lazos con Vox. Ahora maneja sus tiempos y por el momento está en la fase de querer hablar con todos. Fuentes de la dirección nacional dan por hecho que no habrá esa coalición, y si Vox bloquea la investidura de Mañueco nadie descarta del todo que se produzca una repetición de elecciones. A favor de la coalición Pero esa posición no es compartida por otros sectores del PP. El debate existe en las filas populares dentro del Parlamento, en los territorios y en la vieja guardia. Fuentes populares consultadas por ABC sostienen que no ven «otra opción» que llegar a un acuerdo con Vox para formar un Gobierno de coalición, sobre todo después de escuchar el domingo por la noche a Abascal, que fue taxativo al reclamar el derecho de su partido a entrar en el Ejecutivo regional. Esas mismas fuentes asumen que esa alianza afectaría al rumbo del partido y a futuros resultados electorales, «porque moviliza a la izquierda». Pero la realidad, subrayan, es la que es: «El pacto es inevitable». Otros dirigentes del PP consultados por ABC reconocen que la victoria ha sido «justita», pero hay un dato positivo, ya que Mañueco suma más que la coalición del PSOE y Unidas Podemos. «Nos ha faltado impulso», advierten, pero el resultado «permite seguir para delante». Como punto negativo, apuntan a que el voto de Ciudadanos «no ha vuelto a casa». «A nuestro votante que se marchó muy cabreado a Ciudadanos le cuesta volver, tenemos que ser capaces de enamorarlo de nuevo, pero de momento no está siendo así». Sobre la posible entrada de Vox en el Gobierno regional de Castilla y León, estas fuentes se muestran a favor: «Quizás es hora de que pasen de la utopía a la realidad y pragmatismo. Es hora de que la gente vea que una cosa es predicar y otra dar trigo». Otras fuentes del PP apuntan directamente al secretario general, Teodoro García Egea, como autor de la estrategia que llevó a Mañueco a anticipar las elecciones «para quitar importancia al éxito de Ayuso». Ante ese hecho, creen que el liderazgo de Casado no saldrá 'tocado' si deja las negociaciones en Castilla y León en manos de Mañueco, destituye a García Egea y convoca ya los congresos que quedan, como el de Madrid, para que los militantes elijan «con libertad» y sin interferencias. Estas fuentes creen que «rehuir la batalla ideológica es lo que desilusiona al electorado y Ayuso es la única que la ha dado en el PP actual». Pero otros salen en defensa de García Egea: «Pablo y Teodoro son lo mismo, las decisiones del secretario general están consensuadas con Casado, por no decir que son ideadas por él. No se puede disociar ese binomio, quien hable de echar a Teodoro no conoce el partido», advierten con rotundidad. Precisamente, el equipo de Ayuso dio ayer por finalizada la tregua con Génova, y apenas unas horas después de cerrarse las urnas el portavoz del Ejecutivo regional, Enrique Ossorio, volvió a reclamar que se convoque ya el congreso de los populares madrileños, y no esperar hasta el final del primer semestre del año. El entorno de Ayuso ve «preocupante» el resultado de Castilla y León porque el PP ha pasado a depender totalmente de Vox y el panorama «es complicado», por lo que es más necesario ahora aclarar la situación en el partido de Madrid para poder preparar las elecciones municipales y autonómicas de 2023. En todo caso, el congreso de Madrid no podrá ser antes de abril, porque debe convocarse con 45 días de antelación, y antes debe celebrarse como mínimo el de Extremadura, última región pluriprovincial pendiente, aún sin fechas aprobadas en la agenda. En la lista de congresos que deben celebrarse antes de julio hay otras cinco regiones, además de Extremadura y Madrid: La Rioja, Navarra, Asturias, Cantabria y Murcia. Sin perder rumbo Los demás barones del PP defendieron el resultado electoral en Castilla y León, la estrategia que siga Mañueco en las negociaciones y el rumbo fijado por el partido hacia 'la moderación y el centrismo'. En el entorno del presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, subrayaron que del 13-F ha salido una buena noticia: «Hemos ganado y no hay alternativa a Mañueco como presidente». A su juicio, el resultado permite al PP «gobernar en solitario», sobre todo porque no hay posibilidades de investir a otro presidente, «y Vox tiene que ser consciente de esto y no llevar las negociaciones al límite». Desde Murcia se defiende el proyecto «centrado y moderado» del PP. En el equipo del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se resume la estrategia que debe seguir el partido ahora mismo en Castilla y León con una palabra, que en este PP lo dice todo: «Moderación». En este entorno hay quien lo puntualiza de forma más coloquial: «Centrismo a tope». Desde Galicia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, prefirió dejar la pelota en el tejado del PSOE, para que dé «estabilidad» al futuro Gobierno que confía en que encabezará su compañero Mañueco. «Espero y deseo que todos los partidos, y digo todos los partidos, estén a la altura de su tierra y garanticen la estabilidad», informa Pablo Pazos. Fuentes del PP gallego insistieron en esa misma línea: «El PSOE, que siempre habla de un cordón electoral a Vox, tiene ahora la posibilidad de restarle el poder que le han dado las urnas». Además, defendieron la «autonomía de Mañueco», porque es quien tiene el encargo ciudadano de gobernar cuatro años.

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