La Juventus era un equipo cansado, carente de ganas juveniles de hacer grandes cosas y demasiado dependiente de una vieja defensa aún sostenida por Bonucci y Chiellini, mientras que su deficitario ataque era protagonizado por los guadianescos Dybala y Morata. Pero en el reciente mercado invernal todo cambió. La familia Agnelli, ante el incipiente predominio de los equipos de Milán en el Calcio y harta de ver a su club sufrir por entrar en los puestos Champions, decidió darle un vuelco a su historia reciente y pagó 75 millones de euros a la Fiorentina por Dusan Vlahovic (Belgrado, 2000), un jugador diferencial, un joven ariete cargado de talento que había marcado 17 goles en la primera vuelta de la Serie A y que, desde la marcha de Cristiano a Mánchester, se erigió como el jugador franquicia del campeonato italiano. Dusan dejó herida a Florencia, una ciudad que no había contemplado un talento semejante en el Artemio Franchi desde Batistuta, y, a finales de enero, llegó al club de la Fiat para dejar su impronta en su debut ante el Hellas Verona: solo 13 minutos le bastaron para hacer su primer gol de ‘bianconero’ con una sutil vaselina en el mano a mano. Desde entonces, ha participado en todos los encuentros de la Juve y, aunque no ha vuelto a marcar, su amenaza sigue intacta. Porque, ciertamente, el balcánico es un 'rara avis', un delantero que, a pesar de alcanzar el 1,90 metros de estatura, es veloz y hábil técnicamente. Además, domina el juego aéreo; aunque es zurdo, define bien con la diestra; y verle encarar la portería rival merece el precio de una entrada. Un reto para Albiol y Pau Torres Pese a la incorporación de Vlahovic, los turineses no están atravesando su mejor momento de la temporada:han empatado los dos últimos partidos de Liga (frente a la Atalanta, donde los de Gasperini merecieron la victoria, y en el derbi ante el Torino el pasado viernes), pero en la única competición donde los piamonteses han rendido con garantías en este curso ha sido en la Champions League, competición donde hoy se miden al Villarreal en la ida de los octavos de final (21.00 horas, Movistar Liga de Campeones). Los de Max Allegri finalizaron primeros del grupo H por encima del actual campeón, el Chelsea, tras sumar una primera fase casi perfecta (cinco victorias, una derrota). Esta noche, los transalpinos visitan La Cerámica en lo que será una prueba capital para el binomio defensivo Pau Torres-Albiol. Ante el delantero balcánico, un chico llamado a marcar una época en Turín, los de Emery tienen ante sí una empresa complicada pero posible:el Villarreal está al alza, hace un fútbol más bello que la Juve y, pese a tener jugadores menos determinantes, el sueño de los cuartos de final no es utópico.De Deportes https://ift.tt/ou8YCjX
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