En la catedral de Mejorada del Campo, la que levantó Justo Gallego, todo es un entrecruce de taxistas que vienen de Alcalá de Henares, de Madrid, y de otras poblaciones rayanas. La Catedral de Justo, erigida a la advocación españolísima del Pilar no es el Monasterio del Escorial, pero en una de sus puertas laterales hay un jaleo de visitantes y curiosos al mes y unos días del fallecimiento de Justo Gallego, que la erigió con esa mezcla de obsesión y vocación de trascendencia. Por la cúpula, que no es la de Brunelleschi y es hierro en carne viva pasa la vertical de los aviones que van a aterrizar en Barajas. Y es curioso verle la matrícula a la aeronave desde... Ver Más
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