El cuento de Navidad del deporte americano

La muerte de Jeff Dickerson hace solo unos días, víctima de un cáncer a los 43 años, provocó un aluvión de mensajes de condolencia en las redes. Este periodista estadounidense era muy querido en el mundo del fútbol americano, deporte al que había estado unido durante casi toda su carrera. Actualmente era el responsable de la información de los Chicago Bears para la ESPN y su repentino adiós pilló a muchos por sorpresa. Entre mensaje y mensaje, también fue saliendo a la luz la imagen de su hijo, con el que mantenía la pasión por este deporte y cuya historia ha atraído la atención en Estados Unidos durante estas fiestas navideñas. La vida de Parker Dickerson, de solo once años, ha cambiado dos veces en solo unos días. La primera, cuando su padre fallecía de cáncer solo dos años después de que esta enfermedad se llevara también a su madre; la segunda, con la recaudación solidaria en la que han colaborado aficionados, deportistas y personalidades de todos los ámbitos y que ha conseguido ya más de un millón de euros para que el futuro del chaval esté completamente asegurado. Es el cuento de Navidad del deporte americano, unido en estas fechas tan especiales para ayudar a un niño que lo había perdido todo y que ahora, en medio de su desgracia personal, ve un rayo de luz. Senda más llana por la que caminar sin tanta dificultad. Una de las tías de Parker, Jet Etling Hobin, fue la encargada de abrir la recaudación que en solo unas horas había multiplicado por seis el objetivo inicial. Se buscaban unos fondos de 100.000 dólares para cubrir la educación del niño en los próximos años, pero las expectativas se vieron desbordadas muy pronto. Tanto, que en unas horas cientos de personas se habían lanzado a poner su granito de arena para que la vida del joven Parker fuera un poco más sencilla. Entre los mecenas del joven Dickerson están jugadores de la NFL como el quarterback de los Bears, Andy Dalton, propietarios de las franquicias como Jim Irsay –dueño de los Colts–, presentadores de televisión y hasta estrellas de cine. Incluso deportistas de otros ámbitos, como el béisbol o el baloncesto, han querido sumarse a una causa que permitirá a Parker seguir adelante con su vida sin tener que preocuparse por el dinero de su educación o del seguro médico. Porque una de las premisas de la recaudación es que los fondos serán utilizados en su totalidad para sufragar los gastos académicos y de salud del joven, aunque también para contribuir a la investigación contra el cáncer. Tal fue la avalancha solidaria, que un donante anónimo se había comprometido a igualar la cantidad que se recaudara para Parker y ponerla a disposición de la ‘V Foundation’, institución que se dedica a la lucha contra el cáncer, pero el aluvión de donaciones ha hecho que su aportación tenga que ser algo menos ambiciosa. Gestos encaminados todos a terminar con una enfermedad que golpea los hogares cada día y que se ha convertido en una de las lacras del siglo XXI. Dolencia que se convirtió en la pesadilla del joven Parker y que ha desembocado en una historia de solidaridad nunca vista hasta la fecha. Un cuento de Navidad de origen triste y de final color esperanza.

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