Aunque con los datos parecen que hay un respiro, cualquier atisbo de complacencia es irresponsable. Seguimos en momentos muy duros de la pandemia y escuchar ahora que hay que salvar la Semana Santa suena un imposible. Pero ya se sabe que, en este país nuestro, que lo politiza todo, cabe cualquier manifestación sin que nos cause ya el menor impacto. A estas alturas de la pandemia, que tengamos que decir que lo primero es luchar contra ella es algo increíble, pero parece que hay que recordarlo todos los días porque nos hemos acostumbrado a las cifras -a veces pienso que ya no se le hacen caso- y solo cuando nos toca de cerca tomamos conciencia de lo que tenemos entre manos. No es solo un desastre económico sin precedente en nuestras vidas, es un problema sanitario de enorme magnitud contra el que nos tenemos que implicar todos. Ya sé que se insiste mucho en la responsabilidad individual, pero es que la realidad es que es un gran remedio, y además están las medidas oficiales para cortar la transmisión, una cascada de normas en cada territorio que configuran un galimatías que a veces lo único que hacen es, en tiempos de la gran comunicación, dar origen a una gran confusión que termina por hartar a los sufridos y agotados ciudadanos a las que van dirigidas. No tengo ninguna duda de que todos los gestores toman decisiones con la mejor intención, que tienen ante sí un problema que también está destrozando sus vidas, pero la irracionalidad de hacer política y estrategia electoral con todo hace perder un potencial inmenso. A estas alturas nadie en su sano juicio acepta la comparación del Gobierno de Castilla y León con el de Cataluña por querer limitar la movilidad adelantando el toque de queda y a estas alturas también, nadie entiende que el Gobierno de la nación no asuma su responsabilidad y tome las riendas de un mando único que evite que cada Comunidad vaya a su bola, con medidas que a veces se presentan como verdaderos agravios comparativos. Todos miramos a la vacuna. Al ritmo que vamos en nuestra región se tardará un lustro en llegar a la inmunidad. Las vacunas llegarán en cantidad suficiente y espero que no se escatime contar con todo el potencial posible para ponerlas y así ganar tiempo al tiempo. Si se limita su administración porque no se quiere utilizar más recursos que los del sistema público es que no hemos aprendido nada, pero a estas alturas ya nada nos extraña.
De España https://ift.tt/3avgRVO
0 comentarios:
Publicar un comentario