En junio del año pasado, Federico Escudero, el presidente de la Asociación de Tablaos Flamencos de España, dio un pronóstico que ha mostrado ser terriblemente certero: «Voy a ser muy claro», dijo. «Como no nos ayuden, los tablaos flamencos desaparecerán, y con ellos todo lo que les rodea». Ya han caído Casa Patas y Café Chinitas, la incertidumbre se cierne de nuevo sobre Torres Bermejas, y ahora se anuncia el cierre de tablao Villa Rosa, el más antiguo de la capital, dejando al flamenco madrileño en una situación realmente preocupante que trasciende el drama pandémico y acerca una posibilidad muy real: la muerte del género como valor cultural único e intransferible de nuestros escenarios. Y es que la despedida del... Ver Más
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