
Que no vuelvan a repetirse los altercados del pasado fin de semana es el objetivo principal que se ha marcado la Policía Nacional en Madrid de cara a este puente de la Almudena. Una situación que, según los datos que manejan los servicios de Información de la Jefatura Superior, es la que buscan reeditar los grupos radicales, de uno y otro signo «ideológico», que tomaron parte en ellos. «Y eso que la cosa no fue tan grave en la capital como en otras ciudades españolas, gracias a que ya había cierta previsión y trabajo de campo anteriores», manifiestan a ABC fuentes de la investigación. Por todo ello, los especialistas en la lucha contra este tipo de grupos llevan una semana vigilándolos de cerca; especialmente, monitorizando sus redes sociales, que es por donde mejor se mueves y comunican entre sí. También se trabaja en las reuniones más o menos organizadas y en las que se decide cómo, a partir de protestas «legítimas» (o, mejor dicho, comunicadas en tiempo y forma a las autoridades), estos ultras aprovechan para infiltrarse y reventar la calle. Esta labor preventiva es fundamental, aunque hay un elemento que, aunque parezca lo contrario, puede jugar en contra: la falta de coordinación entre estos distintos grupúsculos. «Era una amalgama de mucha gente distinta, no estaban organizados. Había de todo, muy dispar: se juntaron desde algunos simpatizantes de Vox y jóvenes que estaban haciendo botellón a neonazis, pasando por los autodenominados ‘antifas’, como los Bukaneros del Rayo Vallecano o la Coordinadora 25-S y sus derivados, a otros de extrema derecha, neonazis o gente de Democracia Nacional», explica un inspector a este periódico. Nuestros informantes coinciden en que «para este fin de semana está previsto algún tipo de incidente en Madrid», aunque la mala previsión climática y el hecho de que sea un festivo-puente local, solo en la capital, aminoraría sus efectos. De hecho, en la Brigada de Información comprobaron casi desde el primer momento que los sucesos ocurridos entre viernes y domingo en distintas ciudades españolas no tienen ningún nexo organizativo. «Funcionaron por efecto simpatía o de contagio. La semana anterior hubo problemas en Bélgica, Italia, Holanda... El viernes se produjo una protesta pacífica en la plaza de Sant Jaume de Barcelona por parte de los hosteleros; pero radicales independentistas, CDR, okupas y miembros de los Boixos Nois aprovecharon para liarla», explican: «Hacía tiempo que no tenían una ‘excusa’ para hacerse notar y aprovecharon la coyuntura». Al día siguiente, se sucedieron disturbios en Madrid, en Logroño y otros puntos. El domingo, en Castilla y León... Pero sin conexión entre ellos. Es más, hay grupos que existen en una ciudad y no en otras. Amén de la mezcla de ideologías, en muchas ocasiones hasta enemigas, que hacen imposible esa organización. Es más, en Madrid se localizaron dos focos distintos, uno en la zona de la plaza de España y otro en el barrio de Chueca. Hasta se detuvo a seis magrebíes, dos de ellos de 17 años, que son menores extranjeros no acompañados (menas) o lo han sido. Gente que se encontraba por la calle y aprovechó las revueltas incluso para saquear algunos comercios. Refuerzo policial en la calle Por todo ello, las distintas unidades de Seguridad Ciudadana (como las UPR, de Prevención y Reacción) permanecerán hoy en alerta y se ha dibujado un dispositivo en previsión de que, al menos, se intenten reeditar estos sucesos. «Aun así, la actuación policial en Madrid fue impecable, se cortó todo», insisten en el Cuerpo. Fue al inicio de la madrugada del sábado cuando una turba de jóvenes, muchos encapuchados, protagonizaron una retahíla de algaradas que, aunque no llegó a la media hora de duración, dejó tras de sí numerosos destrozos. Al final, un balance de 33 detenidos (entre ellos, los anteriormente mencionados dos menores de edad), 12 heridos y cientos de miles de euros en elementos rotos. Como explicó este periódico, solo en reponer las grandes cristaleras de los comercios afectados en Gran Vía, el coste se disparó alrededor de los 70.000 euros. En la plaza de España, los alborotadores utilizaron adoquines de las obras que se están llevando a cabo para lanzarlos contra la Policía y los negocios. Destrozaron papeleras. Los contenedores quedaron inservibles. Las vallas metálicas tiradas en el suelo. La protesta inicial tuvo lugar, de manera más o menos pacífica, a las diez de la noche en la Puerta del Sol. Se extendió por la calle del Arenal, hacia Ópera. Y de ahí, a la plaza de España, donde comenzó la lluvia de pedruscos. Envalentonados por la Gran Vía, algunos se dirigieron a la calle de Leganitos, donde está la comisaría de Centro, y la mayor presencia policial allí les hizo «pastorear» hacia Princesa y Conde Duque, donde los vecinos observaban desde los balcones, entre el estupor y la indignación, el caos que generaban los radicales. En el barrio de Chueca, hubo saqueos. De hecho, de los 33 arrestados (ocho con menos de 20 años y solo uno superaba los 30) casi la mitad ya contaba con antecedentes policiales. La Policía también localizó productos químicos y cócteles molotov. Polémica protesta de agentes «por la libertad» en el centro La convocatoria es hoy a las cuatro de la tarde y pretende ser una protesta «por la libertad» y contra las medidas decretadas por el Gobierno de la Nación en su lucha contra el coronavirus. Sin embargo, la «particularidad» de la manifestación reside en que la promueven y protagonizan policías nacionales. Una iniciativa que en propios círculos de ese colectivo ha caído muy mal y ha quejado «estupefactos» a muchos, e ntre otras cosas por la mala imagen que trasladan de ellos y porque, además, son los garantes del cumplimiento de esas normativas que promueven el estado de alarma y el toque de queda nocturno. Los convocantes han montado un vídeo difundiendo sus «ideas» en el que da la cara una policía que, precisamente, se encuentra ahora en excedencia, explicaron fuentes sindicales. Esta «marcha por la libertad» ha sido comunicada en tiempo y forma a la Delegación del Gobierno y los convocante hablan de 500 participantes. Partirá de la puerta del Retiro que da a la plaza de la Independencia, para recorrer la calle de Alcalá, Cibeles, paseo del Prado, plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno), de las Cortes, de nuevo Prado, Recoletos y Colón, para culminar en Castellana, 5, sede del Ministerio del Interior.
De España https://ift.tt/355PQqh
0 comentarios:
Publicar un comentario