lunes, 30 de noviembre de 2020

Casado quiere hacer bandera de la bajada de impuestos en la campaña de las elecciones catalanas

La dirección nacional del PP mostró ayer su pleno respaldo a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y al modelo económico y fiscal que representa, «que es el del Partido Popular». El Comité de Dirección, presidido por Pablo Casado, acordó dar la batalla para que Pedro Sánchez y sus socios respeten la autonomía fiscal de todas las comunidades. En la reunión interna que se celebró en Génova, los populares defendieron el Estado de las Autonomías y la competencia de las comunidades para poder bajar impuestos, frente a los «planes confiscatorios» que, a su juicio, está impulsando el Gobierno. Después del pacto de Sánchez con Gabriel Rufián para frenar la política de bajos impuestos de Madrid, los populares han hecho piña para defender a Ayuso, pero también para proteger su propio proyecto político, que se aplica en todas las comunidades donde gobiernan, con los matices propios de cada territorio. La filosofía es la misma, la que está incluida en el programa del PP y la que Casado asegura que aplicaría si estuviera en el Gobierno: impuestos más bajos para que el dinero lo tengan los ciudadanos, lo que permitiría, según sostienen, recaudar más, crear más empleo y construir «mejores colegios y hospitales». En Génova niegan que haya recelos hacia Ayuso. De hecho, Casado explicó que tiene una «muy buena relación» con ella, y subrayó que es «absolutamente» leal a la dirección nacional del PP. «Modelo de éxito» En una entrevista en Antena 3, el presidente del PP confirmó que recurrirá ante los tribunales la armonización fiscal que impulsa Sánchez, si lo que pretende es «cargarse» la competitividad y la creación de empleo en las autonomías donde gobierna el PP. Casado cree que su partido ganaría ese recurso porque la Constitución y la ley consagran la autonomía fiscal de las comunidades. En el Congreso de los Diputados, el Grupo Popular pidió a los servicios jurídicos de la Cámara un informe urgente sobre la constitucionalidad de la armonización fiscal a la que el Gobierno se ha comprometido con ERC. Casado quiere que el modelo del Partido Popular, que calificó de «modelo de éxito», se visualice con claridad en la campaña de las próximas elecciones autonómicas en Cataluña, previstas para el 14 de febrero. El candidato del PP catalán, Alejandro Fernández, hará bandera de la bajada de impuestos, como marca de la casa de su partido. Los populares quieren que los ciudadanos vean que es posible bajar los impuestos también en Cataluña: «Mientras Rufián quiere que los madrileños paguen más, el PP propondrá que los catalanes paguen menos impuestos». Al mismo tiempo, defenderá que se recorten los gastos superfluos, como las «embajadas» de la Generalitat en el extranjero o el número de altos cargos y sus elevados sueldos. Casado volverá a Cataluña el viernes, como está haciendo en las últimas semanas, para arropar a su candidato. El PP está planteando una precampaña sectorial, «basada en los problemas que preocupan a la gente», y no en los que ocupan a los independentistas. En el Comité de Dirección del PP no se habló de la renovación pendiente del Consejo General del Poder Judicial, sobre la que los populares mantienen las mismas condiciones. La primera de ellas es la retirada de la reforma de la ley del Poder Judicial que pretende imponer el Gobierno sin el principal partido de la oposición. En el Congreso de los Diputados, la portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra, aseguró que «no es verdad» que haya un acuerdo sobre el Poder Judicial, a pesar de que el ministro de Justicia asegurara que estaba hecho y solo faltaba hacerlo público.

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