lunes, 30 de noviembre de 2020

El cuarto Fittipaldi pone fin a la carrera de Grosjean

Se congratula la Fórmula 1 con las noticias que llegan desde Bahréin. La tecnología y la innovación de años de experiencia e investigación salvaron la vida de Romain Grosjean y el piloto francés da las gracias y confirma un buen estado de salud desde el hospital de Manama donde permanecerá hasta hoy. A Grosjean lo va a sustituir este domingo otro miembro más de la inagotable cantera de los Fittipaldi. De nuevo en Bahréin, aunque en otro circuito diferente a Shakir, el Haas estará en manos de Pietro Fittipaldi, nieto del viejo Emerson que compitió en los setenta y cuarto pasajero de la familia que concursa con este apellido en la F1. «Hace unos años no estaba a favor del halo, pero es lo mejor que hemos introducido en la Fórmula 1. Sin él hoy no podría hablar con vosotros». Con estas palabras envuelve Romain Grosjean su agradecimiento a la pieza de titanio en forma de T que ha salvado su cabeza. Es posible que el piloto francés haya cerrado con este pavoroso accidente su trayectoria en la Fórmula 1. Quedan dos carreras para la conclusión del curso (Bahréin 2 y Abu Dabi) y Haas ya confirmó hace una semana que ni Grosjean ni Magnussen continuarían en el equipo la próxima temporada. Para el galo, con 34 años y 11 de experiencia en la F1, es muy probable que se haya acabado el camino en la máxima categoría del automovilismo. Es muy probable que a Grosjean lo sustituya en 2021 el hijo de otra leyenda, Mick Schumacher, que podría formar pareja con el ruso Nikita Mazepin. De momento, el recambio para estos dos grandes premios es otro apellido potente en el universo de los coches. Pietro Fittipaldi es hijo de la modernidad y la abundancia. Brasileño de nacionalidad, pero nacido en Miami hace 24 años, es nieto de un tipo que en España adquirió hace décadas una notoriedad singular. Su abuelo, Emerson Fittipaldi, ganó dos veces el Mundial de Fórmula 1, en 1972 y 1974, y también es un doble triunfador en las 500 Millas de Indianápolis (1989 y 1993). El venerable excombatiente tiene ya 73 años y se ha casado tres veces. Fue uno de los pioneros de la tradición de grandes pilotos brasileños en la Fórmula 1. Su hermano, Wilson Fittipaldi, tuvo una trayectoria con menos éxito. Solo corrió 35 grandes premios entre 1972 y 1975 y no consiguió ninguna victoria. El penúltimo en la lista era hasta ayer Christian Fittipaldi, hijo de Wilson, sobrino de Emerson y tío del futurible Pietro. Participó en 40 carreras de Fórmula 1 entre 1992 y 1994 con un bagaje escaso: 12 puntos y 17 abandonos conduciendo para Minardi y Footwork. Pietro Fittipaldi es uno más entre los muchos Fittipaldis que en el mundo se dedican al automovilismo, pilotando en la pista, gestionando equipos o en la organización de carreras. Empezó en la Nascar (los coches de calle que enamoran a los norteamericanos), se trasladó a Europa a los monoplazas (Fórmula Renault), ingresó en la academia de Ferrari y ha pilotado el Haas en ensayos en 2018 y 2019. Y como Grosjean, también conoce el pavor de los accidentes. En 2018 se fracturó las dos piernas en Spa en una prueba del Mundial de Resistencia.

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