Un hogar no se termina de decorar en toda una vida. A veces lo guardan siempre los mismos muros en una suerte de memoria de las cosas y los momentos, de todo lo que fue. Otras veces va cogiendo forma tras pasar por varias casas, igual que a nosotros nos van moldeando también todas esas personas importantes que recorren nuestra existencia. Un hogar custodia los recuerdos, los éxitos, los olores y las frustraciones. Está vivo mientras acoja esperanza. He visto hogares muertos o que se morían entre el polvo y el olvido, cuyas estanterías eran colecciones estériles de objetos que antes disparaban sonrisas o empañaban una mirada. Paredes que repelían un domingo de sol y salones donde hacía más frío que en las calles de invierno, de escarcha y niebla. Hay hogares que fallecen sin descendencia. Panteones ahogados en melancolía seca. «Esta es la casa donde vivo y donde, día a día, muero» advertía Antonio Corral Castanedo. He tardado dieciocho años en comenzar a construir mi hogar, que hoy es nuestro, y está en la misma casa de siempre. En el edificio donde nace la curva, el piso del comedor con las persianas siempre abiertas, el de Friedrich con su hombre mirando al mar de nubes desde el despacho. El de los libros escogidos en las baldas donde alcanza la vista. Sí, ese. Hasta aquí todo fueron pequeños retoques, chispazos eléctricos para mantener la luz cada vez que se agotaba un día. Ensayos improvisados e inconscientes, pasatiempos divertidos o dolorosos para llegar aquí y, y sobre todo, para habitar el mañana. Seremos avariciosos en estirar lo que permita el tiempo. Nosotros que no hicimos pan durante el confinamiento sí que hemos sucumbido al otro «trending» de pandemia que son las reformas caseras. Quizá porque el mundo es un poco más feo este año y haga más frío afuera. Reencarnando muebles con pintura, reordenando estanterías que equilibran puentes, mezclados los recuerdos y los calcetines. Nuestro hogar es todo lo que será, es disfrutar la evidencia de que a partir de ahora es diferente. «Hoy voy a empezar a construir la casa donde estaré para toda la vida», canta Coque Malla.De España https://ift.tt/3lnHO0P
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