sábado, 28 de noviembre de 2020

100 días caóticos de Koeman

El Barcelona recibe esta tarde al Osasuna con la obligación de lograr una victoria que revierta la angustiosa situación que viven los culés en la Liga y aporte la tranquilidad necesaria al club, inmerso en un caos a todos los niveles: institucional, económico, social y deportivo. Ya se ha cumplido el tiempo mínimo de confianza para que Koeman ejerza sus funciones y las dudas siguen instaladas en el Camp Nou. «Es una situación delicada. He venido en un momento complicado a este club. Debemos trabajar bien y cambiar cosas cuando hay que hacerlo. He tenido cien días más tranquilos como entrenador en otros clubes, es cierto, pero estoy contento», asegura el holandés, que ha tenido que luchar contra una serie de imponderables. Problemas institucionales Ni un mes llevaba Koeman en el cargo cuando prosperó la celebración de una moción de censura contra Bartomeu, que acabó dimitiendo el pasado 27 de octubre. La junta directiva que le puso en el cargo se vio forzada a marcharse y se sintió cuestionado por algunos precandidatos, como Víctor Font, que aseguró que no seguiría el próximo año «ni aunque gane el triplete». Descartes polémicos Una de sus primeras tareas fue configurar la plantilla que quería y comunicar las bajas, que en muchas ocasiones estaban forzadas por cuestiones económicas y decididas por el club. Es el caso de Luis Suárez, que encrespó al vestuario y al entorno por las formas en que se produjo. Máximo goleador de la historia del club fue despedido tras una breve llamada telefónica de Koeman. Con el uruguayo se marcharon Arturo Vidal y Rakitic. «Parece que yo sea el malo de la película pero no es así. Es una decisión del club. Antes de firmar mi contrato, el club ya tenía pensado cambiar cosas y yo he apoyado esa decisión», se defendió el neerlandés, que en su etapa en el Valencia ya vivió una experiencia traumática tras prescindir de pesos pesados como Angulo, Albelda y Cañizares. El burofax de Messi El gran contratiempo con el que tuvo que lidiar fue la posibilidad de que Messi se marchara del Barcelona. Su proyecto estuvo pendiente durante dos semanas de la batalla legal entre el argentino y el club. La buena noticia de la permanencia del rosarino ha quedado empañada por su pobre rendimiento, las críticas que ha recibido y la desazón que le envuelve. «Estoy cansado de ser el culpable de todo en este club», escupió la semana pasada tras regresar de Argentina. Koeman le liberó de viajar a Kiev en un intento de recuperarle. Solo ha marcado cinco goles y cuatro de ellos de penalti, cifras impropias de él. Ante Osasuna certificará cómo le ha sentado el descanso. Equipo descompensado Nada más firmar su contrato y ser presentado, el 19 de agosto, se sentó en la mesa con los máximos responsables de la parcela deportiva para diseñar la temporada. Entre sus exigencias estaban la llegada de un delantero (Memphis Depay) y un central (Éric García) que nunca fueron fichados. Los problemas de tesorería y las lesiones han evidenciado la nefasta planificación deportiva de un equipo que muestra una preocupante fragilidad defensiva y una inoperante producción ofensiva. El mercado invernal se antoja imprescindible. Crisis económica La pandemia ha provocado un impacto que ha dejado al club al borde del coma y ha obligado a negociar una serie de aplazamientos en los pagos de las fichas de los jugadores que, además, ha generado un desgaste en el vestuario y un malestar con la planta ejecutiva de la entidad. Koeman se ha visto obligado a dar ejemplo reduciéndose el salario, situación impensable cuando alguien empieza una nueva aventura profesional. «Hay que ayudar al club. Por amor a esta entidad estoy dispuesto a ayudar. Es bueno también que los jugadores hayan llegado a un acuerdo. Hay que pensar en qué es lo mejor para el Barça», aseguró ayer. Diezmado por las lesiones Ansu Fati (cuatro meses), Gerard Piqué (tres a cinco meses) y Sergi Roberto (dos meses) reducen el potencial del Barça tras sus dolencias de larga duración. A ellos se les une Umtiti, que aún no ha debutado, y Busquets, Araujo, Ter Stegen o Coutinho, que han estado alejados de los terrenos de juego varios encuentros. Pobre trayectoria en Liga El Barça de Koeman firma el peor arranque de los últimos 25 años, sumando solo 9 puntos de 24 posibles. «Tenemos siete partidos antes de final de año y el momento de reaccionar en el campeonato es ahora. Hay que acortar distancias con los equipos de arriba», advierte. Bálsamo de la Champions Europa ha dado una de las pocas alegrías a Koeman: cuatro victorias en cuatro partidos y clasificación para octavos a falta de dos jornadas.

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