El misterio de las orcas que golpean barcos en Galicia

No es inusual que las orcas visiten las aguas cercanas a Galicia. Está documentado, de hecho, que todos los años estos animales pasan «rápido» en su migración cara al norte. Pero este año esa velocidad, sin saber aún por qué, ha aminorado. Y a partir de ahí se han producido las interacciones con las embarcaciones, eminentemente veleros, con los incidentes que han saltado a la actualidad en los últimos días, en los que las orcas golpean y dañan algunos barcos, afortunadamente, sin daños para la tripulación a bordo. El último episodio se conoció en la noche del jueves: Salvamento Marítimo tenía que remolcar una embarcación a la deriva tras un encuentro con este tipo de cetáceo. El barco quedó sin timón cuando navegaba frente a las costas gallegas. Estos acontecimientos ya han provocado que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana haya tomado cartas en el asunto para poner remedio a la situación. Justo el mismo día de ese último encuentro, entraba en vigor una limitación de la navegación a veleros de hasta 15 metros de eslora en la franja litoral de Cabo Prioriño, en Ferrol, a Estaca de Bares, en Mañón. Ambos puntos están en la provincia de La Coruña. Se han identificado tres grupos de orcas diferentes, explica en conversación con ABC el doctor en Biología por la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y miembro de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (CEMMA), Alfredo López. En total son «sobre trece ejemplares» entre los tres grupos. Pero las que realizan esas interacciones con los barcos son solo «dos o tres ejemplares». Son ejemplares «juveniles y curiosos», como los definió Ruth Esteban, investigadora del ‘Museu da Baleia’, de Madeira (Portugal), y que, en realidad, no siempre provocan incidentes con daños. También les surgen «a surfistas» o «hay avistamientos», se recuerda. El pasado martes se informaba en una rueda de prensa que desde el 10 de agosto en la costa gallega se han producido «29 contactos», de los que el 44,8% fueron avistamientos y el resto, más de la mitad, interacciones. Pero solo el 20% de esos contactos provocan daños en barcos, ya que las interacciones pueden causar también consecuencias leves o terminar sin incidencias. Es, en definitiva, una «sorpresa para todos», señala el propio López, que recuerda que es una situación nueva también para las orcas. No se descarta que estos hechos se produzcan por la búsqueda de alimento, pero no se baraja el confinamiento como uno de los motivos. López señala que reciben los datos de observación y se entrevistan con la tripulación de los barcos dañados, los cuales examinan. Así buscan «saber las causas» de unos hechos que son únicos.

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