
Desde la llegada de la pandemia del coronavirus, nada ha sido igual. Tampoco lo será, a partir de ahora, la consideración de Joel Álvarez (17-2) dentro de la mejor liga de artes marciales mixtas (MMA) del mundo. El joven luchador asturiano se impuso con una autoridad pasmosa por sumisión en el primer asalto en su pelea en la isla de la lucha de UFC al irlandés Joe Duffy, que hace una década se había convertido en el verdugo del todopoderoso Conor McGregor. Era un pleito de mucho riesgo por la grandeza del nombre a quien se enfrentaba, pero existía otro análisis. Joe Duffy llegaba a su pleito frente al asturiano con dos derrotas consecutivas y, pese a ser considerado un peleador importante en Europa, había mucho que ganar y poco que perder. Joel entró a la jaula con un semblante de seriedad, pero no se le veía nervioso, algo que le traicionó en su primera guerra en la UFC frente a Damir Ismagulov. Al contrario, el combate comenzó con un intercambio muy potente, donde el asturiano no se amilanó. Cada patada baja era contrarrestada con otro golpe de la misma naturaleza y cada mano del irlandés recibía una respuesta contundente, siempre midiendo las distancias. El desenlace de la pelea fue inmejorable para Joel. Mediado el ecuador del primer asalto, Joe Duffy vio su oportunidad de derribar, pero no parecía haber estudiado bien al español, experto en encajar la guillotina cada vez que es enviado a la lona. Así lo hizo. El español introdujo su brazo en el cuello del irlandés y con las piernas cerró la posición, imprimiendo una fuerza descomunal que hizo tapear rápidamente a Duffy. Era la victoria de Joel. Era la victoria de todo un país entero. «¡He venido para quedarme, España!», espetó el luchador nacional, mientras la afición aplaudía al unísono desde sus casas, pues en este tercer evento programado por UFC en la isla de Yas, en Abu Dhabi, no permitió público debido al virus que ha puesto patas arriba al planeta. Con esta victoria, un horizonte esperanzador se abre para el luchador asturiano. Tras un debut apurado que resultó en tropiezo, Joel se resarció con un KO ténico frente a Danilo Belluardo. Ahora, todos los focos estaban puestos sobre el asturiano. Y la presión también. Cumplió con creces. España está en el mapa de la división del peso ligero. Joel, que tiene todavía una pelea pendiente de las cuatro que firmó con la Champions League de las MMA, tendrá que lidiar a buen seguro con un hueso duro, pero su estatus ha crecido y su nivel también. Ahora toca disfrutar, pero el futuro es de Joel.
De Deportes https://ift.tt/2CgARhT
0 comentarios:
Publicar un comentario