miércoles, 29 de julio de 2020

La nueva etapa de Jon Rahm

Después del subidón de adrenalina de la semana pasada, cuando Jon Rahm logró su undécima victoria profesional y, por ende, el número uno mundial, el español ha tenido tiempo para asimilar su nueva situación. Lejos de alcanzar ese momento soñado por casualidad, la autoconfianza que tiene en sus posibilidades le hacía estar convencido de que, tarde o temprano, el momento iba a terminar llegando. Por eso, mentalmente estaba preparado para asumirlo. «Llegar a ser número uno no es consecuencia de jugar muy bien una semana, sino durante mucho tiempo -señala el vizcaíno-. De hecho, llevo cuatro años jugando muy bien y por eso ha terminado por llegar este premio». Llegados a este punto, hoy comienza su primera defensa real del título en el Mundial que se celebra en Memphis, donde se enfrentará a un espectacular elenco de golfistas dispuestos a arrebatarle la gloria. En concreto, participan 45 de los primeros 50 del ránking mundial y no será fácil mantener el ritmo ganador ante un plantel semejante. «Soy consciente de que el camino hasta aquí ha sido duro pero que lo más difícil está por llegar -reconoce-. De todas formas eso es precisamente lo que me motiva, verme ahí arriba y con todos tratando de superarme. Como sé que estoy en buen momento, quiero aprovecharlo para dejar mi legado durante bastante tiempo». Desde que Jon, siendo un chaval, se puso como objetivo ser el mejor del planeta, tuvo claro que no quería ser flor de un día. «Mi meta era ser el número uno años y años, no sólo una semana; por eso no me voy a contentar con lo alcanzado sino que voy a seguir trabajando para consolidarme en esta posición», concluyó. La declaración de intenciones del de Barrica es encomiable, mas no se puede olvidar que los márgenes entre los hombres de arriba son mínimos y que cualquier resbalón le puede descabalgar del trono. En concreto, su principales amenazas esta semana son Rory McIlroy, el último rey, y Justin Thomas, que lo fue en 2018. Con un triunfo de Rahm en el TPC Southwind no habría lugar a las cábalas, pues Rahm conservaría la posición; ahora bien si gana cualquiera de los otros dos el vasco quedaría relegado a la segunda posición. La perspectiva del torneo se presenta, pues, espectacular. Los tres primeros de la tabla en lucha directa por el mando mundial y, de paso, con el español tratando de hacer historia para el golf nacional. Igual que en los majors la presencia hispana ha sido brillante, con ocho salmones, en los WGC todavía no luce triunfo alguno desde que se pusieron en liza en 1999. Ha habido ocasiones para ello, pues Jiménez, García y el propio Rahm han sido ya segundos, pero falta ese último paso para la gloria total.

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