El plantón de Urkullu enturbia la cumbre de presidentes

El Gobierno vasco enterró ayer la posibilidad de que Iñigo Urkullu asista a la reunión de presidentes autonómicos que tendrá lugar en La Rioja, concretamente en San Millán de la Cogolla, para abordar el reparto de ese fondo europeo de 140.000 millones destinado a paliar la crisis del coronavirus. Aunque el lendakari nunca ha sido valedor de este tipo de cumbres, algo que dejó patente durante las conferencias dominicales que se llevaron a cabo durante el confinamiento, desde el Ejecutivo de Vitoria insisten en que la culpa de su ausencia a la cita del viernes recae exclusivamente sobre Moncloa, a la que acusan de incumplir los acuerdos con el PNV. El enésimo rifirrafe entre PNV y PSOE enturbia los días previos a una cumbre de presidentes que los nacionalistas desdeñan: «¿Para qué rayos sirve?», se preguntaba en Onda Vasca Aitor Esteban, su portavoz en el Congreso, quien lamentó que Pedro Sánchez les quiera «remitir al ámbito colectivo» en lugar de profundizar en las singularidades de la autonomía. Precisamente, el malestar del Gobierno de Urkullu surge de la demora en la convocatoria de una Comisión Mixta del Concierto que fue pactada el pasado mayo y que está destinada a incrementar la capacidad de deuda del País Vasco con motivo de la crisis. Requisitos La celebración de ese encuentro fue el requisito que exigió el lendakari para acudir a la cita de La Rioja. A falta de tres días para la misma, los nacionalistas se mantienen a la espera de una respuesta: «No ha habido novedades», informó ayer el portavoz del Ejecutivo autonómico, Josu Erkorkea, quien apuntó que Urkullu ha requerido formalmente al Gobierno central hasta en tres ocasiones la celebración de la Comisión Mixta del Concierto. La situación «sigue vigente», y por tanto la «postura» de Urkullu de no acudir a la conferencia de presidentes también, resumió Erkoreka. El Gobierno respondió ayer a esta exigencia de Urkullu en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La portavoz María Jesús Montero aseguró que «hay que diferenciar totalmente los niveles en términos políticos» porque aquí de lo que se «está hablando es de que las máximas autoridades de este país, conjuntamente con el presidente de España, sean capaces de analizar cómo se encuentra la pandemia sanitaria». Por ello, entiende que esta reunión es «obligatoria, exigible y necesaria y no entendería que un territorio se autoexcluyera». Otra cosa son las cuestiones que tienen que ver con «los objetivos de déficit y de deuda del País Vasco, que se está trabajando y cuando tengamos aproximaciones suficientes convocaremos la comisón mixta, que se va a celebrar». Igualmente, el Gobierno respondió a la exigencia del presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, de convocar telemáticamente la reunión, en vez de presencialmente, afirmando que sería una «falta de respeto» no acudir a este encuentro.

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