miércoles, 29 de julio de 2020

Vox busca protagonismo con una moción de censura para debilitar a Casado

Vox intentó ayer buscar p rotagonismo en la política española y marcar la agenda del próximo curso político con una iniciativa condenada al fracaso y cuyo objetivo es debilitar a Pablo Casado. La formación de Abascal, al que las encuestas le dan una caída paulatina en votos y que ha recibido un golpe en las elecciones gallegas al quedar fuera del Parlamento, se sacó un conejo de la chistera en forma de anuncio de moción de censura. Una iniciativa inesperada que lanzó el presidente de Vox, Santiago Abascal, durante su intervención en el Pleno del Congreso en el que comparecía el presidente del Gobierno para explicar el Fondo de Reconstrucción acordado la semana pasada en Bruselas. Aunque Vox venía amagando con la posibilidad de utilizar este mecanismo con la justificación de tumbar el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, no fue hasta ayer cuando anunció que la va a presentar en septiembre. No tiene ninguna posibilidad de triunfar porque los socios de investidura de Pedro Sánchez son mayoría. Pero el PP, al que Vox quiere poner contra las cuerdas, reaccionó rápidamente y la rechazó ya que, a su juicio, lo único que va a conseguir es «reforzar al PSOE». Fuentes del PP, consultadas por ABC, afirmaron que «no vamos a caer en estrategias que no van a ninguna parte y no nos van a desviar de la ruta marcada por el presidente Casado» La moción de censura se lanzó en dos tiempos. En su primera intervención, Abascal realizó el anuncio: «No queda más remedio que anunciar una moción de censura que presentaremos en el mes de septiembre». Y argumentó esta decisión afirmando que «aún estamos a tiempo para que España no caiga en la ruina y en la muerte que este Gobierno traen». Inmediatamente pidió el apoyo del Partido Popular, apelando a su «responsabilidad», ya que «no pueden entender en estos momentos tácticas políticas». Despacho abierto La posición de los populares y la posibilidad de que esta medida fuera interpretada como la búsqueda de un protagonismo político y de ir contra el PP, le llevo a dar un p aso atrás. Por ello, durante su réplica a Pedro Sánchez, Abascal afirmó que «nada más lejos de la realidad» que ir contra Pablo Casado, como le había reprochado la portavoz socialista, Adriana Lastra, mostrando su «afecto y respeto» por el líder popular». Y para dar a entender que no le gustaría liderar la moción, adelantó que en agosto las puertas de su despacho estarán abiertas «para iniciar un diálogo y articular una mayoría absoluta». Vox dio a entender que su moción de censura será apoyada en la calle, con unas declaraciones que despertaron la alarma en las filas del Grupo Socialista y que posteriormente desacreditó Adriana Lastra. Abascal señaló que «algunos están muy tranquilos, pero les aseguro que en otoño muchos diputados serán personalmente interpelados en la calle para apoyar la moción de censura. Al tiempo, señorías». Abascal quiso dejar claro que esta medida se va a presentar para demostrar que «hay alternativa» y que «tienen la mano tendida sin egoismo partidista para devolver la voz a los españoles. Mejor perder una vez que ser espectadores de esta ruina». La primera reacción fue la de los populares, ya que la iniciativa de Abascal los pone en el punto de mira, para regocijo de los socialistas, como así lo manifestó Adriana Lastra: «No sé si se ha dado cuenta dado cuenta del todo, pero acaban de anunciar una moción de censura contra usted». «Salvar vidas y empleo» El secretario general de los populares, Teodoro García Egea, desactivó desde el primer momento cualquier duda sobre la posición que iba a adoptar el PP. Desde su cuenta de Twitter escribió: «Moción de censura post vacacional para salvar al soldado Sánchez. El PP estará siempre en lo importante: salvar vidas y empleos. No cuenten con nosotros para maniobras de distracción que refuercen al PSOE». Vox le dio a los socialistas y a sus socios de investidura la oportunidad de atacar al PP con esta moción de censura, y no la desaprovecharon. Abascal le puso en bandeja al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el escenario propicio para arremeter contra Pablo Casado. Sánchez se lamentó de que «el PP no se comporte como la derecha moderada europea, si no como la ultraderecha de Vox. Sus peores temores se han hecho realidad. Santiago Abascal ha anunciado una moción deVox, que hace de Vox. ¿Qué va a hacer el Partido Popular ahora, de Vox o de PP?». Además, le invitó a pronunciarse sobre la moción de censura: «Señor Casado, no le he escuchado a usted de su boca decir qué es lo que va a hacer con la moción de censura que va presentar el señor Abascal. Buenas vacaciones, y salud para los suyos y sus seres queridos». lgualmente, el presidente del Gobierno tuvo también palabras para Santiago Abascal al que interpeló sobre por qué espera al mes de septiembre para presentar su moción de censura si es tan «urgente» acabar con el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. «¿Qué pasa señor Abacal, que se va de vacaciones?», le espetó. Amenazas En este misma línea, el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, desacreditó a Abascal al confesarse «estupefacto» porque «la ultraderecha» se ponga el «gorrito de papel Albal» y en Twitter señaló que lo deja para después de verano porque «en agosto hace calorcete y tampoco es plan. Un poco de playita y ya salvamos a España más fresquitos y descansados en septiembre». Por su parte, la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, respondió a las declaraciones de Abascal sobre que los diputados serán interpelados en la calle para apoyar la moción, acusándolo de «amenazar» a los diputados de la Cámara Baja, a la vez que celebraba que en España ya no existan «los requetés». Desde ERC, el portavoz parlamentario, Gabriel Rufián, ironizó sobre la moción de censura afirmando que hay que «celebrar» que quieran utilizar mecanismos democráticos «porque ustedes antes las mociones de censura las hacían con Tejero».

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