lunes, 27 de julio de 2020

Dani Rovira no pierde la sonrisa pese al cáncer: «Ahora hago un poco vida vampírica»

La semana pasada, el actor Dani Rovira anunció que su enfermedad evolucionaba favorablemente del linfoma de Hodgkin, un subtipo de cáncer que afecta a un tipo de glóbulos blancos cruciales para el sistema inmunitario, que le fue diagnosticado en marzo. «Los linfomas han desaparecido», contó a través de las redes sociales. El protagonista de «ocho apellidos vascos» ha concedido este lunes una entrevista con Juan Carlos Ortega en la Cadena SER, en la que ha desvelado algunos detalles sobre su enfermedad. Sin perder su habitual sentido del humor, Rovira comenzó la entrevista bromeando con el presentador al decirle que era mejor la sesión de radio que estaba realizando en ese momento, antes de las de radioterapia a las que se enfrenta. «Está es la buena porque me muevo mover un poco, no sabes lo que es la radioterapia, te anclan ahí a una cama, te hacen el primer día un molde que en mi caso se ajusta del pecho hacia arriba incluida la cara y ese molde está superajustado a tu figura que ni puedes engordar ni adelgazar. Te anclan a la cama del acelerador para que cada día la radiación vaya exactamente dónde debe», comenzó explicando. «Bueno esto es muy moderno, porque hace 30 años debía ser una especie de lanzallamas, pero es que no puedes ni tragar», añadió. Ahora que ha empezado con las sesiones de radioterapia, el actor se atrevió a compararlas con las de quimio, que habían finalizado la semana pasada. «Con la quimio llegaba al hospital a las 9 de la mañana, me sacaban sangre para ver cómo andaba con las defensas, en el laboratorio me hacían los jarabes. Eran cuatro bolsas de quimio, intercaladas con bolsas de suero y algún que otro medicamento. En total litro y medio que te meten en vena hasta que salíamos de allí a las tres y media de la tarde. Haces amistad con la gente, no te queda otra», dijo antes de agradecer a todos los sanitarios que le estaban atendiendo durante estos duros momentos. Explicó que todo comenzó cuando notó un pequeño bulto en la clavícula izquierda y decidió consultarlo con un amigo suyo médico y le recomendó que acudiese a un hospital: «Ocurrió cuando hacía dos días que habían decretado el estado de alarma en el país, e imaginad lo que me apetecía meterme en el hospital», dijo. Y debido a que no le puede dar el sol demasiado, el actor confiesa que ahora hace «un poco vida vampírica».

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