viernes, 31 de julio de 2020

El Gobierno se reserva el reparto de los fondos europeos

La primera ola de calor del verano golpeó ayer San Millán de la Cogolla con temperaturas de hasta 35ºC en el municipio riojano. La emergencia sanitaria que persiste en el mundo entero obligó a celebrar la XXI Conferencia de Presidentes en pleno 31 de julio, con el obligado «outfit» de mascarillas. Don Felipe presidió la apertura formal del encuentro, que concluyó con un almuerzo tras cinco horas de reunión. Fueron muchos los líderes autonómicos que acudieron con dudas a la cita y varios los que no consiguieron resolverlas. Se llevan, eso sí, el mensaje de Pedro Sánchez de que el reparto de los fondos europeos comenzará la próxima primavera; con «cogobernanza», pero teniendo él la última palabra. En la histórica fotografía en el monasterio de Yuso, reedición de aquella de Don Juan Carlos y Doña Sofía con los presidentes autonómicos en 1992, solo faltó el jefe del Ejecutivo autonómico catalán, Quim Torra, que alegó que no acudiría a la cita por la presencia del Rey de España. Su obcecación independentista dejó a Cataluña sin asiento en la reunión, sin posición. Sí acudió finalmente Iñigo Urkullu, cuya presencia, confirmada ayer mismo, fue tan aplaudida como cuestionada. Si bien todos celebraron que el lendakari vasco se sumase al encuentro, fueron varias las voces que denunciaron la contrapartida: «un déficit a la carta» de su comunidad autónoma. Pero ayer Sánchez, como viene siendo habitual desde el inicio de la crisis del coronavirus, buscó sobre todo promover un mensaje de «cohesión», «unidad» y «cogobernanza» para superar los estragos sanitarios, sociales y económicos causados por el Covid-19. Su palabra caló más entre los presidentes socialistas, pero no convenció a los populares. Tampoco del todo a un antiguo «amigo» reconocido del jefe del Ejecutivo, como es el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, que cuestionó que las comunidades vayan a percibir por fin el IVA atrasado de 2017.El presidente del Gobierno quiere convocar la Conferencia de Presidentes de forma mensual El horizonte para el inicio del reparto de los fondos está en la primavera de 2021, según el cálculo del Gobierno. Entonces, España percibirá el diez por ciento de «prefinanciación» de los fondos comprometidos en el Consejo Europeo de la semana pasada. En total, entre 2021 y 2026, España recibirá 140.000 millones de euros; aproximadamente la mitad en ayudas directas y la otra mitad en préstamos. Comisión Interministerial Fuentes de La Moncloa, ya por la mañana, dejaron claro que será el propio presidente del Gobierno quien asuma directamente la gestión del fondo de recuperación de la Unión Europea, aunque Sánchez regó los oídos de los líderes regionales y les prometió que participarán en el proceso. El Gobierno creará una Comisión Interministerial para la gestión de los fondos, encabezada por Sánchez, así como una Unidad de Seguimiento. Además, desde el Ejecutivo explican que habrá «colaboración público-privada a través de un grupo de alto nivel» y también «multinivel» a través de distintos foros. Por ejemplo, con la conferencia sectorial con las comunidades que liderará la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El debate seguirá abierto en próximas Conferencias de Presidentes y en el proceso participarán también entidades locales, según fuentes gubernamentales. Distintas lecturas La presidenta de La Rioja, Concha Andreu, que ejerció ayer de anfitriona, aplaudió la jornada y remarcó que en los próximos seis años, «España tiene que resurgir económicamente». El entusiasmo no fue tal en los dirigentes de otros partidos políticos, que reconocieron marcharse con «dudas». «No puede haber comunidades de primera y de segunda», sentenciaba Sánchez a su llegada a la Conferencia de Presidentes, pero lo cierto es que ayer una autonomía, el País Vasco, acudió al encuentro sabiendo que podrá alcanzar un 2,6 por ciento de déficit este 2020. El gallego Alberto Núñez Feijóo reclamó conocer también de antemano el objetivo de déficit fiscal para el 2021 para que las comunidades autónomas sepan a qué atenerse para elaborar las cuentas públicas regionales; la madrileña Isabel Díaz Ayuso, directamente, habló de un «déficit a la carta»; y el andaluz Juanma Moreno comparó el 2,6 por ciento permitido al País Vasco con el 0,2 por ciento de su región. Pero «agravio» comparativo aparte –cuya existencia negó tajantemente el lendakari Urkullu, que defendió la bilateralidad–, los presidentes autonómicos se quejaron de la ausencia de un orden del día concreto y de su poco tiempo de palabra. Un monólogo del presidente del Gobierno, llegaron a acusar desde el Partido Popular.La última semana de agosto habrá una nueva conferencia para debatir sobre la vuelta a los colegios «Nos quedan muchas dudas que no han sido subsanadas», apuntó Moreno, en la comparecencia posterior a la conferencia, en la que denunció la falta de «concreción y precisión» en el reparto de los fondos. Ayuso, por su parte, cargó contra el anuncio «discrecional» de Sánchez, que se reserva todo poder de decisión, sin dar a las autonomías, según ella, «opción a opinar». En esa línea, también el murciano Fernando López Miras, que reprochó a Sánchez la falta de negociación y diálogo en el encuentro. Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, pidió que el reparto se dé en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. «Hay que ampliar el techo de gasto, anticipar las entregas a cuenta y definir el déficit sin privilegios», dijo. Además, Mañueco ofreció Salamanca para la próxima conferencia después de que Sánchez anunciase que quiere convocar el cónclave mensualmente. La ministra de Política Territorial, Carolina Darias, fue la encargada de comparecer en nombre del Gobierno. Esta vez, al contrario que en los meses de confinamiento, no fue Sánchez quien dio la rueda de prensa. Darias señaló que el Ejecutivo «se muestra satisfecho» con el resultado de la Conferencia de Presidentes: «Hemos avanzado, hemos dado un salto que nos da confianza y esperanza». La ministra también comunicó que la última semana de agosto habrá una nueva conferencia para debatir sobre la vuelta a los centros educativos. Presidentes socialistas como Javier Lambán, Guillermo Fernández Vara, Francina Armengol o Emiliano García-Page también apuntaron algunos aspectos incompletos. El presidente de Aragón, amén de los 16.000 millones de euros previamente comprometidos, reclamó otros 32.000 millones para que las comunidades puedan cuadrar sus cuentas. Además, solicitó una reforma legal para que las comunidades puedan decretar alarmas y aplicar confinamientos –Aragón es la comunidad más golpeada por los rebrotes–. Vara planteó vincular «alguna figura tributaria» al gasto sanitario.

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