El pique que fomenta Zidane para mantener la tensión en la plantilla

La competencia como arma. Zidane ha inyectado una competitividad inusitada en la plantilla que se hace notar en el campo. Los partidos cada tres días (64 horas de margen entre el Getafe y el Athletic, mañana) y la necesidad de rendir al máximo en tan corto periodo tiempo ha provocado que haya muchas rotaciones y que los futbolistas tengan que demostrar toda su calidad en una hora o en menos. Hay un grupo de fijos, la columna vertebral, con Ramos al mando, que la forman Courtois, Carvajal, Varane, Casemiro, Kroos y Benzema. Pero Varane, por ejemplo, no jugará mañana en Bilbao. Modric ha sido cambiado en diversas ocasiones. Kroos descansó una hora ante el Mallorca. Y otros hombres como Hazard y Vinicius juegan intermitentemente según sus sensaciones. El delantero belga, muy golpeado en su tobillo derecho, ha sido resguardado. El alta de Mariano, Lucas, Jovic e Isco añade hombres para el reparto de esfuerzos Vinicius lo notó frente al Getafe. Fue bien anulado y el entrenador tuve que sacar a Rodrygo y Asensio para abrir las bandas y fue su compañero brasileño el que mejor funcionó. Con su trabajo llegó la incursión de Carvajal y la jugada decisiva. El alta de Mariano, Lucas, Jovic e Isco añadieron hombres para el reparto de esfuerzos. Modric e Isco han visto cómo les sustituyen en cuanto no rinden. No hay titularidad asegurada. Ese es el arma del triunfo. Militao vivió una prueba de fuego. Será titular en San Mamés cómo centrar de atrás lesión cervical de Varane y tiene que demostrar que está cualificado para ocupar ese puesto; todo un ensayo para el partido frente al Manchester City, dónde también deberá jugar por sanción de Ramos.

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