Zidane expresó el domingo en San Mamés –«me cansa que se diga que ganamos por los árbitros»– el pensamiento propio, de los jugadores, de la directiva y del madridismo en su globalidad. En la entidad blanca son plenamente conscientes que van a intentar manchar el título de Liga, si es que finalmente se acaba consumando, y que hasta entonces poner el ventilador para esparcir toda la basura posible es el modus operandis que más le cuadra a su principal rival para evitar la autocrítica: «Es lógica la postura de Bartomeu y tan antigua como este invento. Desvía atenciones en un momento realmente delicado para él y su equipo», reflexionan en el Real Madrid. En la entidad de Concha Espina conocen de sobra el victimismo que suele aflorar en la entidad azulgrana cuando la moneda sale cruz, una especie de ‘España nos roba’ extrapolado a los arbitrajes que no provoca ni cosquillas en el Real Madrid. Todas sus energías están centradas en sumar, al menos, ocho de los doce puntos en juego para conquistar su Liga número 34, y aunque sospechan que estas presiones podrían provocar cierta influencia en el gremio arbitral, están convencidos que se llevarán el título si alargan dos semanas más la brillante hoja de ruta poscoronavirus.De Deportes https://ift.tt/38y3B10
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