martes, 11 de junio de 2019

El extravío del duende maligno

En el frío invierno de 1619, René Descartes tuvo una pesadilla en Ulm, donde se hallaba acantonado como soldado. Soñó que era sacudido por un torbellino de nieve y que un misterioso paseante le decía que tenía algo que entregarle. Al despertarse, rezó y pidió a Dios que le protegiera. Descartes tuvo sueños parecidos en las noches siguientes y llegó a pensar que estaba siendo seducido por un genio maligno que quería perturbar su raciocinio. Muchos años después, el filósofo francés escribió sus «Meditaciones Metafísicas», en las que plantea la hipótesis de que todo lo que sentimos y pensamos podría ser un engaño inducido por un duende que nos alienta a confundir la realidad con los sueños. Descartes recurrió a esta metáfora... Ver Más

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