El escultor aragonés Pablo Serrano y la pintora mallorquina Mercedes Gómez-Pablos fusionan sus obras en una exposición conjunta en la Universidad de Alcalá, que se podrá disfrutar hasta el próximo 24 de septiembre. Ambos se unen con un objetivo: mostrar el paralelismo entre dos artistas españoles de géneros distintos, entre los que existe diálogo, admiración y amistad. Sus piezas pertenecen a las diferentes etapas creativas que vivieron cada uno de ellos. Al ser colocadas por temáticas, se descubre que los dos tuvieron momentos creativos similares. Dos figuras de Cristo son lo primero con lo que uno se topa en la exposición. La escultura de Serrano es desgarradora, desprende dolor e interrogantes; la de Gómez-Pablos se aleja de ese dolor y se muestra delicado, espiritual, casi femenino. Es ahí donde, a pesar de seguir caminos artísticos similares, se desprenden las diferencias que los separan, pues el arte radica en la singularidad del artista. En el centro de la sala se muestran las famosas «Bóvedas para el hombre de Serrano». Sobre ellas se escribió que protegían al ser humano, trataban de aislarlo y sustraerlo de un mundo hostil y lleno de peligros. Más adelante, continuando el recorrido de la exposición, llega un espacio que da cabida al arte abstracto, movimiento en el que tanto Serrano como Gómez-Pablos detacaron bajo diferentes aspectos. Mientras ella se inspiró en la corridas de toros, él se acercaba a la física dando forma al cosmos, la explosión y la creación de un universo difícilmente definido por una mente racional. El juego de espejos llega hasta el cubismo. La pintora expone un bodegón y un desnudo cubista; Serrano, sus famosas guitarras blancas, expuestas en contadas ocasiones. El diálogo entre los dos artistas es y será algo permanente.De España https://ift.tt/2IZLd6g
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