Sombra de fraude en los «pisos colmena» sin licencia de Madrid

Una versión menos claustrofóbica de las famosas habitaciones cápsulas japonesas anunció, a finales del año pasado, su llegada a la capital. Tras su polémico paso por Barcelona, donde aterrizó hace dos años, la empresa Haibu 4.0 ofrece 55 «pisos colmena» en Madrid, todavía, en paradero desconocido. Y el proyecto sigue adelante, aún con la firme oposición del Ayuntamiento liderado por PP y Ciudadanos, que ya garantizó que no autorizará este modelo de vivienda. Por ahora, en el Área de Desarrollo Urbano del Consistorio no tienen constancia de su llegada, así como tampoco han recibido ninguna solicitud de licencia. Eso sí, ya han dado la voz de alarma a las Juntas de Distrito para que, en caso de detectarlos, puedan ordenar ipso facto su cese de actividad. «Vamos cumplir con la normativa y no vamos a analizar modelos de hacinamiento del sudeste asiático», declaró la semana pasada el delegado del ramo, Mariano Fuentes (Cs). Dado que estos «pisos colmena», que se pueden reservar en la página web de Haibu 4.0, no tienen encaje en el Plan General de Ordenación Urbana de la Comunidad, el proceso es engañoso. Si bien la empresa ha anunciado por todo lo alto que tiene nueve colmenas, «en proceso» y repartidas, entre otras zonas, por Chamberí, Tetuán, Vallecas, Vicálvaro, San Blas y Pozuelo, los 519 huéspedes residirían en los prefabricados de forma ilegal. Aún así, ya se puede efectuar un pago de la señal para guardar una de las plazas y observar el proceso de montaje. Este adelanto corresponde a la primera mensualidad, que varía entre los 215 y los 315 euros, en función del tamaño del habitáculo. Cantidad que incluye los gastos de luz, agua, wifi, mantenimiento, limpieza de las zonas comunes, seguridad, un rollo de papel higiénico por persona, gastos de comunidad de vecinos y hasta un «coach» personal. Modelo opaco Aunque la empresa promete la devolución «del 100%» de la señal, lo cierto es que nada garantiza que así sea. Por otro lado, los «distribuidores oficiales» son desconocidos y los números de las cuentas corrientes para realizar el pago se envían a través de Whatsapp o correo electrónico. Una vez el «residente» —como llaman a los inquilinos— registra su solicitud, recibe una sola respuesta: «cuando se active la casa», se pondrán en contacto para informar del «estado de construcción». Mientras tanto, deben esperar a la «semana de puertas abiertas», único momento en que se pueden visitar los «pisos colmena», recién terminados. Este diario ha intentado contactar en varias ocasiones con Haibu 4.0 para recabar más información, sin éxito. A pesar de las críticas que han recibido estos habitáculos —el más grande, para dos personas, mide 2,5 metros de alto y poco menos de ancho—, parece que muchos han acudido a esta solución como abejas a la miel. Ya no hay plazas libres en las colmenas barcelonesas de Esplugas y Hospitalet, ni en Gerona. No obstante, además de en la capital, todavía queda hueco en otros municipios de Barcelona, así como en Mallorca, Ibiza, Bilbao y Sevilla; en total, 526 «casas» disponibles en todo el país.

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