La trágica muerte el pasado domingo de Kobe Bryant en un accidente de helicóptero conmocionó al mundo entero. Junto a él viajaban otras cinco personas, entre las que se encontraba Gianna, una de sus hijas, de tan solo 13 años, que era la segunda hija fruto del matrimonio del deportista y Vanessa Laine. La estrella del baloncesto y su pareja formaron una vida de lo más familiar y tuvieron cuatro hijas: Natalia, de 17 años, Gianna -que falleció en el trágico accidente- Bianka, de 3 años, y Capri, de siete meses. Vanessa nació en California, a pesar de que tiene raíces mexicanas e irlandesas, y desde muy joven comenzó a hacer sus pinitos como bailarina de videoclips. Fue precisamente grabando uno de ellos cuando conoció al que se convertiría en el amor de su vida, con quien se casó en 2001. Su boda consiguió generar gran interés, ya que tuvo lugar cuando se supo que la familia del deportista no aprobaba su compromiso, aunque terminaron dándose el «sí, quiero» en la capilla de Saint Edwards, de Dana Point, California. Desde entonces, su mujer se convirtió en su mayor apoyo y acompañó a Bryant a lo largo de su brillante carrera, en partidos y e innumerables actos. A lo largo de sus casi 20 años de matrimonio, no obstante, tuvieron que superar varias crisis que podrían haber terminado con su separación, como el caso de violación en el que estuvo implicado el baloncestista. Pocos saben que su mujer y sus raíces latinas motivaron a Bryant a aprender algo de español, lo que le unió mucho a sus fans latinoamericanos. Tampoco es muy conocida la amistad de Vanessa con estrellas de la talla de Beyoncé o Jennifer López. El pasado mes de noviembre, el matrimonio celebró su 20 aniversario en Disneyland. «En este día, hace 20 años, conocí a mi mejor amiga, mi reina Vanessa. Decidí llevarla a una cita en Disneyland esta noche para celebrarlo al estilo de la vieja escuela (antes de las cuatro princesas). Te amo mi mamacita por siempre», escribió orgulloso Bryant en sus redes sociales. En estos duros momentos para su entorno más cercano, es imposible no recordar a Bryant como un hombre familiar para el que su mujer y sus niñas eran lo más importante. «No es que no quiera ir a los partidos de los Lakers, es que prefiero bañar al bebé y cantarle canciones. Prefiero estar con ellos que hacer cualquier otra cosa», declaró hace apenas unos meses.De Estilo https://ift.tt/2tXNn1t
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