Barcelona descubre a un Picasso inédito a través de sus joyas

«Un museo tiene que tener un sentido» defiende el director del Museo Picasso de Barcelona, Emmanuel Guigon. Y desde que él llegó a la calle Montcada en 2016, el museo barcelonés ha hecho de la exploración de las caras menos conocidas del artista malagueño su razón de ser. Su sentido. Así, después de dedicarle tiempo y espacio a las encarnaciones de Picasso como fotógrafo y poeta, la institución indagará durante 2020 en otra faceta aún más desconocida: la del Picasso orfebre. «Nunca se ha hecho una exposición sobre este aspecto», destacó ayer Guigon durante la presentación de una temporada de exposiciones coronada, nunca mejor dicho, por las joyas de Picasso. Será, sin duda, uno de los grandes reclamos de un curso marcado también por los cuadernos de dibujo del Picasso y por la conexión del genio cubista con Óscar Domínguez a través de fotos inéditas de Nick de Morgoli y, sobre todo, del célebre fonógrafo surrealista que ideó el artista canario y que durante 80 años ha permanecido en paradero desconocido. «La programación de este año será, de nuevo, polifacética», destacó Guigon, quien también avanzó que durante este 2020 se empezará a trabajar de manera discreta y progresiva en la reforma de la colección permanente del museo. Su intención, añadió, es reforzar el peso específico de cada una de las etapas creativas de Picasso y reformular la presentación de los textos de sala. De vuelta a las salas temporales, «Picasso y las joyas de artista» tomará el 8 de mayo el relevo de «Picasso poeta» y «Picasso/Eluard, una amistad sublime» para mostrar más de un centenar de anillos, colgantes, broches y medallones que el artista realizó primero de forma artesanal, con objetos encontrados, y que acabó produciendo de forma seriada con cerámica. Ahí estarán, explicó Guigon, desde los primeros collares de conchas que le regalo a Dora Maar a los trabajos de amigos como Manolo Hugué y Pablo Gargallo pasando por delicadas piezas de cerámica y oro dedicadas a Françoise Gilot y Jacqueline Roque. La exposición se completará con una selección de «joyas de artista» ideadas por Calder, Man Ray, Bourgois y Oppenheim, entre otros. Otro de los hallazgos de la temporada será la exposición «Jamais», orquestada alrededor de un codiciado objeto surrealista que Óscar Domínguez regaló a Picasso y que se daba por desaparecido desde hace 80 años. La pieza, una de las estrellas de la Exposición Internacional de Surrealismo de 1938, podrá verse en Barcelona junto a una serie de fotografías inéditas de Picasso. El diálogo entre los dibujos, esbozos y retratos comprendidos en los cuadernos de Picasso y obras maestras de Velázquez, Goya y El Greco, entre otros, protagonizará la tercer gran exposición de una temporada en la que también podrán verse obras de Hélène Delprat y que prestará especial atención al archivo de Brigitte Baer, una de las mayores expertas en la obra gráfica de Picasso. Con un presupuesto de 1,6 millones de euros para exposiciones, Guigon también desveló que el museo trabaja en la elaboración de un diccionario de los amigos catalanes de Picasso y en la creación de una beca Sabartés-Picasso para potenciar la investigación, algo para lo que, añadió, se necesita financiación privada

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