miércoles, 29 de enero de 2020

Las tareas de Irene Lozano en el deporte español

Pocas cosas ocurren por casualidad y la proliferación de mensajes deportivos en las redes sociales de Irene Lozano, tampoco. Su renovado interés por los éxitos del deporte español en los últimos días encontró explicación el martes, cuando se hizo oficial su nombramiento como nueva presidenta del Consejo Superior de Deportes. Esa especie de maquillaje superficial no esconde la falta de pasión deportiva de la nueva responsable del CSD, que deberá ponerse al día y sacar a relucir todas sus habilidades políticas para resolver algunos de los graves conflictos que mantienen parado y en guerra al deporte español. Tareas pendientes que ni José Ramón Lete (exbaloncestista) ni María José Rienda (exesquiadora) –sus dos antecesores de eminente perfil deportivo– pudieron resolver y que servirán para medir su éxito al frente del deporte español. Internacionalizar la Marca España a través del deporte Es año de Juegos Olímpicos y de Eurocopa –aunque Irene Lozano se enterara ayer durante una entrevista en Onda Cero de que la final de este torneo se jugará en Londres y no en Estambul– y no hay mejor escaparate para que el brillo de los atletas españoles ayude a reforzar la imagen del país en el exterior. Entroncar los éxitos en la cancha con el beneficio económico de España era una de las funciones que ya tenía Lozano en su anterior puesto como secretaria de Estado de la España Global, por lo que no debería costarle asumir esta tarea que busca elevar el impacto de la industria del deporte en el PIBnacional, que actualmente supone el 1,4 por ciento del total. Un sector muy importante al que la política –y Pedro Sánchez en concreto– han vuelto a ningunear tanto con la elección del ministro Rodríguez Uribes (que se olvidó de nombrar al deporte en su llegada al cargo) como con la de Lozano, cuyo nombramiento ha tardado en llegar un mes desde la investidura. Reformar la Ley del Deporte que data de 1990 Es quizá la gran tarea que quedó pendiente de la pasada legislatura, durante la que se llegó a elaborar un anteproyecto para reformar la Ley que regula el deporte desde 1990 y que ha quedado obsoleta por varias razones. Ese borrador que contiene alegaciones de 151 colectivos diferentes, deberá ser revisado con total seguridad, ya que los nuevos socios de gobierno y los pactos alcanzados por el PSOE para la investidura obligarán a cambiar muchos de los párrafos que habían sido consensuados. Entre ellos, habrá que ver qué ocurre con el compromiso adquirido con el PNV para permitir que las selecciones autonómicas puedan participar de manera independiente en eventos internacionales. Pedro Sánchez, su principal valedor, confía en que la experiencia parlamentaria de Lozano ayude a desbloquear esta Ley del Deporte, que tiene en su artículo 90 uno de los más polémicos. Conocido como «cláusula anti Tebas», porque especifica que la Liga no podría «adquirir, explotar o comercializar» derechos audiovisuales de otros deportes y ligas profesionales, es uno de los puntos que más preocupa a las federaciones, que en los últimos tiempos habían encontrado en «LaLiga 4Sports» una fuente de ingresos bastante importante. El impulso al deporte de base, al universitario y al femenino, son los otros retos de esta nueva Ley del Deporte que deberá atravesar un camino de espinas hasta ser aprobada. La guerra del fútbol y su impacto en el deporte Una de las virtudes que le otorgan a Irene Lozano los que mejor la conocen es la diplomacia. A ella se agarró nada más llegar al cargo –cuya toma de posesión oficial será mañana–, con llamadas telefónicas a Luis Rubiales (presidente de la federación de fútbol) y a Javier Tebas (presidente de LaLiga) para realizar un primer acercamiento que ayude a desbloquear la guerra del fútbol que comenzó cuando Villar dirigía la RFEFy que se ha recrudecido con la llegada de Rubiales. Diseñar un plan de financiación eficiente El aumento del IRPFa las rentas más altas del país repercutirá de manera decisiva en los clubes de fútbol, que deberán hacerse cargo de los nuevos impuestos derivados de los contratos de sus futbolistas. Alrededor de 80 millones de euros más, calcula LaLiga. Por su parte, las federaciones solicitan un plan estratégico que no deje en manos de las subvenciones públicas el sustento económico del deporte español, sobre todo en tiempos complicados en los que esas contribuciones públicas son cada vez menores. La buena relación de Irene Lozano con Pedro Sánchez, con el que mantiene hilo directo, debería ayudar a solucionar este problema endémico, que convierte al deporte español en una especie de gigante con pies de barro. Pues los éxitos que asoman en los Europeos, los Mundiales y los Juegos Olímpicos son muchas veces el reflejo del esfuerzo individual de los deportistas, que entrenan lejos de las mejores condiciones y, muchas veces, con incertidumbre económica. Cautela con su nombramiento La llegada de Irene Lozano a la presidencia del CSD pilló el martes por sorpresa a atletas y federativos, aunque todos los consultados ayer por ABC optaron por la prudencia y por darle un voto de confianza. «No venir del mundo del deporte no tiene que ser un problema para poder ejercer su labor», reconoce un alto dirigente federativo que prefiere mantenerse en el anonimato hasta que Lozano pueda comenzar a desarrollar su labor. Los mensajes se agolpan en el teléfono de la nueva presidenta del CSD, que irá recibiendo poco a poco a todas las federaciones para conocer sus inquietudes.

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