viernes, 31 de enero de 2020

Garbiñe Muguruza, fuera pista: de las alfombras rojas a la escalada

Garbiñe Muguruza ha resucitado. Tras dos cursos en blanco, de sequía de victorias, endereza el rumbo de su carrera y vuelve a mandar en el tenis femenino al colarse en la final del Abierto de Australia. Ya tiene motivos para sonreír al recordar sus primeros raquetazos en las canchas de tenis del Club Mansión Mampote, ubicado en la ciudad venezolana de Guarenas, cuando acababa de cumplir los 4 años. Desde la grada, sus padres, el vasco José Antonio Muguruza y la venezolana Scarlet Blanco, no perdían detalle de sus precoces hazañas dirigidas por su primer entrenador René Fajard, conocido como «el killer». El 2020 arranca con Conchita Martínez sentada en su banquillo y con una Muguruza completamente renovada a sus 26 años. Parece haber encontrado la inspiración y la fuerza muy lejos de las canchas, y de la tierra. Concretamente a 5.895 metros de altitud. Su ascenso al Kilimanjaro supuso el primer paso hacia la redención. Tras un 2019 horribilis, en el que encadenó más de cien días sin ganar, el 9 de noviembre partió hacia lo desconocido, un viaje introspectivo en el que halló respuestas. Cambió la raqueta por los crampones y junto a una amiga vadeó ríos helados, escaló acantilados y pasaron noches a la intemperie. «Fue un desafío, completamente diferente. Me cambió la vida. Estás escalando esa montaña y solo eres tú. No obtienes ningún premio, ninguna foto, nada allí arriba», declaró. Un estilo impecable Si dentro de las pistas cautiva con su derecha certera, sobre la alfombra roja lo hace con su estilo impecable. Su silueta infinita y poderosa, que se alza hasta los 182 centímetros, basta para defender con éxito diseños de Alexander McQueen, Kenzo o Stella McCartney. Apasionada de la moda, ha lanzado su propia línea de joyas a través de la empresa estadounidense Rival World. Ha diseñado una colección bautizada como «Servana» que se compone de un conjunto de pendientes y un collar. Pese a su caída en el ranking de la WTA, las marcas nunca la han dejado de lado. En 2017, sus glorias deportivas sedujeron a compañías como Adidas, Babolat, Beats by Dre o Rolex. Logró igualar por primera vez los ingresos por publicidad de los deportivos. Después de aquel año, comenzó el declive pero mantenía sus contratos publicitarios. En enero de 2018 firmó como imagen de Caser Seguros, un acuerdo vigente hasta este 2020. Y en ese mismo 2018 se situó como la cuarta mujer en el ranking «Forbes» de ingresos de deportistas, liderado por Serena Williams. Su cuenta de Instagram -754.000 seguidores- luce como un álbum de viajes y de sus mejores momentos en las pistas. Amante del dulce y el coulant de chocolate, poco -o más bien nada- se sabe de su vida sentimental. No se le conoce ninguna pareja y ha confesado que estar en la élite exige sacrificios. Las preguntas sobre su parcela privada las despacha con un «no tengo nada jugoso que contar».

De Estilo https://ift.tt/3aTS9xA

0 comentarios:

Publicar un comentario