
Ione Belarra se acercó en la universidad a una chica por un bolso 'hippie'. La escena fue algo así. «Hey, me gusta tu bolso», dijo. «Muchas gracias», de respuesta: «Lo compré en Chile». Las dos hablan y se vuelven muy amigas. La compañera era una tal Irene Montero. Sorpresa. El complemento que unió a las que hoy son las máximas dirigentes de Podemos encaja tanto con la esencia del partido que parece un cliché, pero la vida tiene estas cosas. Qué será de ese bolso... Igual nunca hubieran hablado por un Louis Vuitton. Atención, salto temporal. El verano de 2018, Belarra tuvo que asumir de golpe la portavocía parlamentaria, con más síndrome del impostor que ego, cuando Montero se ausenta...
Ver Más
De España https://ift.tt/3HenPhv
0 comentarios:
Publicar un comentario