Cuanto más cerca están Rocío Monasterio e Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad, más se alejan Javier Ortega Smith y José Luis Martínez-Almeida en el Ayuntamiento de Madrid. A la presidenta regional le ha costado tres años sacar adelante los presupuestos autonómicos ante la hostilidad de Vox, mientras que, pese a las reticencias iniciales de la formación de Santiago Abascal en la capital, el regidor ha logrado hasta ahora sacar adelante las cuentas municipales cada ejercicio. Sin embargo, este año la situación se ha dado la vuelta: al tiempo que en la Asamblea anunciaban el pacto Vox-PP para 2022, en Cibeles se ha constatado la brecha que existe entre ambos partidos desde hace semanas. «Que le vaya bonito, señor Almeida, con Vox no cuente», sentenció el portavoz de Vox en la ciudad casi al mismo tiempo que Monasterio hacía pública su buena sintonía con el primer acuerdo presupuestario con Ayuso. Este doble juego de Vox en Madrid se produce en plena batalla interna del PP en la región. Y el apoyo explícito a Díaz Ayuso no es casual. Ortega Smith acusó ayer al regidor de escudarse en su antecesora, Manuela Carmena, como también hace la «izquierda retrógrada hablando de Franco, que murió hace más de 40 años». «Han pasado dos años y medio desde que Carmena ya no es alcaldesa, no se puede vivir de las rentas. Asuma su responsabilidad, no se escude en responsabilidades ajenas», le reclamó. Vox acusa a PPy Cs de mantener las políticas de izquierdas, pese a haber desterrado a la exjueza de Cibeles. No perdonan que la ordenanza de Movilidad –que contiene el nuevo Madrid Central– saliera adelante con el apoyo de los cuatro concejales díscolos de Más Madrid. Doble juego En la réplica, Martínez-Almeida le reprochó la incoherencia que supone, a su juicio, no sentarse a negociar con el PP por ese motivo, cuando Vox también estaría «apuntalando» las políticas de izquierda en la capital al haber votado con Recupera Madrid –el Grupo Mixto formado por los cuatro ediles escindidos de Más Madrid– hasta en 25 ocasiones. «Ha habido 81 votaciones desde que está el Grupo Mixto. Con ellos han votado 25 veces, y nosotros (PP-Cs), 17. ¿Por qué ha venido a apuntalar las políticas de la izquierda? ¿Por qué vota más con los ‘comunixtos’ –como Vox los tilda de forma irónica– que nosotros?», cuestionó el primer edil popular. Martínez-Almeida: «Ortega Smith hace un ejercicio de ‘matonismo’ político al secuestrar a los ciudadanos en aras de su interés personal» Según sus cálculos, ya han dado cumplimiento al 92 por ciento de los acuerdos suscritos con Vox en el pacto de investidura, por lo que no comprenden su rechazo frontal a dialogar sobre unos nuevos presupuestos. «Ortega Smith se está haciendo a sí mismo el cordón sanitario que la izquierda se quiere hacer. ¿Por qué vota lo que considera positivo de la izquierda y ni siquiera se sienta a negociar los presupuestos con PP y Cs?», le lanzó alcalde, que lamentó que con su negativa pone en peligro el desmontaje del puente de Pedro Bosch (Pacífico) o cinco nuevos equipamientos para Samur por «una discrepancia con la movilidad de la Gran Vía». Partidas en el aire Los 26 millones de euros presupuestados para el refuerzo de la plantilla de policías y bomberos o las subvenciones nominativas a entidades sociales como Cruz Roja (4,2 millones de euros), las Hijas de la Caridad (224.000 euros) o la Fundación Madrina (200.000 euros), así como las ayudas directas al Teatro Real, el Museo del Prado o la Real Academia de la Lengua decaerían de forma automática si no se alcanza un acuerdo antes del 1 de enero. Ante ello, Ortega Smith aseguró que no renuncian a representar a sus votantes ni les van a «traicionar», como sí consideran que ha hecho el PP con Madrid 360: «Es dar la vuelta para llegar al mismo punto de Madrid Central», censuró tras apuntar contra las políticas del ‘Madrid de Carmeida’. Ortega Smith: «No les vamos a apoyar unos presupuestos condicionados por políticas de Carmena, por el ‘Grupo Comunixto’» Para Martínez-Almeida, Ortega Smith ha «secuestrado a los madrileños» con su negativa. «Ha hecho un ejercicio de ‘matonismo’ político para secuestrar a los ciudadanos de Madrid en aras de su interés personal. La pregunta que yo le he hecho es ¿por qué no se sienta a negociar los presupuestos? La próxima vez que diga que los nacionalistas chantajean en el Congreso, es lo que hace con sus cuatro votos, negándose a sentarse con el equipo de Gobierno, en el cual lo único que busca es su interés particular», insistió Martínez-Almeida, quien también lamentó la ristra de «insultos» y delitos que Vox le ha «imputado» estas últimas semanas. La pugna dialéctica exteriorizada ayer apenas en el pleno municipal viene precedida de una guerra iniciada también en los tribunales. Pese a que la nueva ordenanza de Movilidad se aprobó en agosto, Vox interpuso hace dos semanas un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) y solicitó medidas cautelarísimas, sin éxito, para suspender el nuevo Madrid Central. Consideran que debe invalidarse su tramitación, ya que el texto contó con el apoyo del Grupo Mixto, una nueva formación que tildan de ilegal. Pese al alto voltaje dialéctico entre ambas formaciones, Martínez-Almeida, dijo, «mantiene la mano tendida» a negociar.De España https://ift.tt/3d1YZ6C
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