martes, 30 de noviembre de 2021

Castilla y León recupera en seis meses la mitad del PIB perdido por el Covid

Seis meses ha costado que Castilla y León recupere la mitad del Producto Interior Bruto perdido por culpa del coronavirus. Tras 15 meses de caída y medio año en positivo, queda poco menos de la mitad del camino para volver al menos a la casilla de salida económica. Así lo anunció ayer el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, que concretó que en estos dos últimos trimestres se ha reparado el 52% de la merma. Haciendo balance, la situación es mejor que la de otras autonomías, pero hay malos presagios para los aurúspices. La industria ya refleja sus «problemas de rotura de stock», según afirmó Carriedo, al dificultarse el acceso a materias primas, el incremento de los precios de las mismas y de la energía. Por eso, en el trimestre de 2021 se deja un 0,7% en el camino. Este indicador, entre otros, hace que Castilla y León haya reducido marcha en el tercer ejercicio del 2021. Hay que recordar que, entre abril y junio, el PIB dio un empujón sin precedentes del 17,8 por ciento. Los datos de estos tres meses no son tan potentes y arrojan un a subida del 3%. Dentro del sector secundario se produce una paradoja que hace que la balanza de crecimiento sea positiva en una décima: las ramas energéticas aumentaron en un año un 7,4 por ciento debido al incremento del suministro de energía. En una buena marcha, pero moderada, está la construcción, con una variación del 2,2 en el tercer trimestre, aunque pierde respecto a 2020. La apertura de fronteras ha hecho que las exportaciones hayan dado un salto y haya crecido su valor un 11,7%, aunque la demanda interna ha moderado su impulso hasta un 1,8%, frente al 21,9 del segundo trimestre. El campo, gran damnificado El empleo dejó cifras similares a las vistas en otros informes. En este tercer trimestre continúo en número verdes, con una variación respecto a 2020 del 4,7 por ciento, aunque afloja respecto a los tres meses previos, que se aupó un 11,5 por ciento. Por tipo de actividad, la construcción perdió un 2,4, mientras que el trabajo aumentó en el sector agropecuario, industria y servicios. Los malos augures también se dejan ver en el campo, siendo los que más retroceden. El aumento de precios en el sector primario, así como unos rendimientos menores a los ejercicios pasados, dejan en números rojos a esta actividad, que pierde en su conjunto un 4,5%. En el caso de la agricultura no ha sido tan boyante como la del año pasado, lo que arroja una caída de la producción, mientras que la ganadería crece por debajo de las expectativas. Como comentó Carriedo hay que enmarcar estos datos como parte del proceso de recuperación «sostenida», de cara a cumplir el objetivo de crecimiento fijado, a cierre de 2021, en el 5,6. Además, justificó en parte la subida recatada frente a los meses de abril a junio, esto atiende a que en el tercer trimestre de 2020 la actividad ya comenzaba a reabrir. Con estas ‘cales y arenas’, además de incertidumbres como la inflación de precios, por encima de la subida de salarios de cara al próximo año, el consejero aseveró que mantienen sus «prudentes» y «realistas» previsiones de cara a recuperar el PIB perdido, al estimar que se crecerá un 4,9 en 2022.

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