lunes, 1 de julio de 2019

Calvo amenaza con subir la fiscalidad de la Iglesia tras la polémica sobre Franco

El Gobierno en funciones entra de lleno al choque con el Vaticano. La número dos del Ejecutivo, Carmen Calvo, anunció ayer que presentará una queja formal ante el Vaticano por las últimas declaraciones del nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, sobre el proceso de exhumación de los restos de Francisco Franco. En la víspera Fratini había concedido una entrevista en la que se preguntaba si «hay tantos problemas en el mundo y en España, ¿por qué resucitarlo? Yo digo que han resucitado a Franco. Dejarlo en paz era mejor; la mayoría de la gente, de los políticos, tiene esta idea porque han pasado 40 años de la muerte, ha hecho lo que ha hecho, Dios juzgará. No ayuda a vivir mejor recordar algo que ha provocado una guerra civil». Además se refería a él en estos términos: «A Franco algunos lo llaman dictador, algunos dicen que ha liberado a España de una guerra civil, que ha solucionado un problema. No continuemos peleándonos sobre si tenía razón o culpa». «Inaceptable» Calvo consideró que se trata de una injerencia «evidente» del representante de la Santa Sede en España. La vicepresidenta del Gobierno ha pilotado todo lo relativo a la exhumación de los restos de Franco. Ha sido uno de los asuntos que con más celo han ocupado su tiempo, además del contacto con el independentismo catalán, en su condición de coordinadora del Ejecutivo. Ayer se encontraba visiblemente molesta con esta cuestión. «Van a tener una respuesta contundente por parte del Estado español», dijo Calvo respecto a estas palabras. «El nuncio se ha manifestado en contra de una ley de nuestro país», dijo Calvo, valorando sus palabras como algo «absolutamente improcedente, inaceptable». Defendiendo que la «exhumación es el cumplimiento de una ley, no otra cosa, y espero que el Vaticano ponga las cosas en su sitio y cumpla lo que acordamos, que no ponga obstaculización a la exhumación». En pleno enfrentamiento y como parte de su respuesta a la Iglesia la número dos del Gobierno volvió a poner encima de la mesa los cambios respecto a la fiscalidad de la Iglesia en España, que pasarán por un aumento de los tributos. El Gobierno ya tiene elegidas, aunque no lo ha anunciado, a las dos personas que serán los interlocutores con la Iglesia en las negociaciones que pretende abrir para abordar esta cuestión. Calvo explicó ayer que la Conferencia Episcopal tiene desde hace meses una propuesta del Gobierno, mediante carta de la propia vicepresidenta, en la que se « advertía de que teníamos que sentarnos ya a trabajar. Hay que rematarlo, porque saberlo ya lo saben», manifestó. Las fuentes populares consultadas por ABC critican que «el Gobierno es experto en meterse en líos con el Vaticano» y recuerdan que «ya el pasado mes de octubre Carmen Calvo hizo el ridículo cuando la Santa Sede tuvo que emitir un comunicado desmintiendo la versión de la vicepresidenta sobre el lugar donde deberían descansar los restos de Franco». Rechazo a las amenazas Sobre el desafío lanzado por Calvo con respecto a la subida de impuestos a la Iglesia, desde el PP manifiestan que «más que con amenazas, el Gobierno debería reconducir las relaciones con el Vaticano y propiciar más ese tipo de diálogos que con partidos independentistas y proetarras». Con ironía, desde la sede de Ciudadanos (Cs), José Manuel Villegas recomendó a Sánchez y a Calvo que no sean «tan susceptibles» con las opiniones internacionales contrarias a las suyas. El número dos de Cs criticó la sobrerreacción del Gobierno a la opinión del nuncio, y restó importancia a las palabras del eclesiástico. «No sé si han resucitado a Franco o no, pero como sigan dándole vueltas igual sí acaban resucitándolo», dijo con sorna. Otra cuestión que reprochó Villegas al Gobierno es su incapacidad de llevar a cabo una promesa que realizó a los pocos días de sacar adelante la moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018. «Llevan un año diciendo que lo sacan al mes siguiente», sentenció el político de Cs; un partido que en la campaña electoral del 28-A hizo bandera de no hablar «ni de Franco ni del aborto». Desde Podemos la portavoz del partido, Noelia Vera, aseguró que el debate de la exhumación ya «se cerró» en el Congreso el pasado verano. «Es una deuda con la memoria histórica del país», apuntaló Vera. La portavoz morada desdeñó además las declaraciones de Fratini y las enmarcó en el terreno de la opinión: «puede opinar lo que quiera opinar», expresó Vera, que subrayó que en el campo de la política un Estado «tiene derecho a hacer justicia con su memoria e historia». Vox también ve injerencia Por su parte, fuentes de Vox coincidieron con sus rivales políticos y abordaron como «poco deseable la injerencia» del nuncio sobre la aplicación de leyes nacionales y política migratoria. Desde el grupo parlamentario recordaron ayer que «hace solo unos días monseñor Fratini criticó también las leyes nacionales de Italia y Hungría». Las mismas fuentes, sin embargo, aseguran que sí coinciden con Fratini en que hay que «respetar los derechos y la voluntad de los familiares».

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