
El término ‘refugiado’ hoy está en boca de todos y hay voces que se preguntan, con cierto cinismo, cuál es el precio de un exiliado. Más allá del coste económico al uso, la respuesta es saber si estamos dispuestos a pagar la diferencia entre salvaguardar los derechos humanos o no hacerlo. Y en ese trayecto, los refugiados LGTBI+ resultan un espejo incómodo. Pasan de un infierno en sus países de origen a un limbo burocrático en el de destino a la espera de conseguir ese ‘sí’ final que supone obtener el asilo. Quienes se asoman a estas páginas, tienen en común que, a la pregunta de por qué escogieron esta ciudad como destino, contestan que les llegó el rumor de...
Ver Más
De España https://ift.tt/3h88OCs
0 comentarios:
Publicar un comentario