lunes, 27 de septiembre de 2021

La Liga de los goles agónicos

Ahora más que nunca, conviene no levantarse del asiento hasta que el árbitro señala el final de un partido. La Liga se ha abonado a la agonía. Cada jornada que pasa, justo antes del final, cuando mejor o peor sabe, según se mire, el griterío canta gol. De los 162 tantos que se han marcado en lo que va de competición, 29 llegaron a partir del minuto 85. Es decir, un 17,3 por ciento de los goles se celebraron cuando el árbitro estaba cerca de llevarse el silbato a la boca. Una estadística que, según los profesionales consultados por ABC, no es más que el reflejo de la tendencia del fútbol actual. Todos los equipos de la competición española saben lo que supone un gol así. Algunos, como el Atlético, se han aprovechado mejor que nadie, con tres tantos in extremis que se han traducido en siete puntos más en la clasificación. Osasuna es el segundo beneficiado con seis más. Sin embargo, conjuntos como el Levante o el Granada son la otra cara de la moneda. El equipo granota ha concedido tres empates cuando prácticamente celebraba la victoria, por lo que se ha dejado por el camino seis puntos. Los nazaríes, por su parte, han dejado de ganar cinco, cediendo dos empates y dejándose empatar en otra ocasión. En este sentido, si hay un equipo al que no hay que dar nunca por muerto, es el Real Madrid. Los blancos, con seis goles, son los que más puerta ven durante el tramo final de los partidos, habiendo sumado cuatro puntos más en su casillero particular. Además, el Real Madrid tiene en Vinicius al especialista de la Liga, con tres goles después del minuto 85. Alguno de ellos, como el que anotó al Levante en el 85, valió un punto, mientras que otro, como el que marcó al Valencia en el 86, puso la primera piedra de la remontada que acabaría sellando Benzema poco después. Los cambios y el añadido Luis Milla, entrenador de fútbol, señala algunas de las claves que explican el hecho de que esté habiendo tantos goles en los últimos minutos: «Los entrenadores trabajan muy bien los partidos y las primeras partes están siendo de control, respetándose mucho tácticamente y sin asumir grandes riesgos», comienza diciendo. «Pero, en la segunda mitad, con las sustituciones, y más ahora que se pueden hacer cinco, los partidos cambian. Yo creo que es un reflejo de la tendencia del fútbol actual». El exfutbolista Pablo Alfaro coincide con Milla, aunque añade un importante matiz en lo que respecta a los cambios. «Aportan fortaleza, pero también pueden restar orden. Además, suelen darse en la zona ofensiva, lo que permite a muchos equipos jugar con el cansancio, el desorden y los nervios de quien defiende un resultado», dice. Es en estos contextos cuando los equipos grandes, con más fondo de armario, y jugadores como Vinicius, con unas cualidades determinadas, lucen mejor. «Los cinco cambios sirven para mover ficha, para contrarrestar, y en ocasiones provocan que uno de los equipos pierda el control. Entonces dejan de estar compactos, la concentración va a menos y el rival lo aprovecha. Como los grandes equipos tienen en su plantilla a jugadores con más calidad, llegado el momento se pueden aprovechar mejor de este tipo de contextos. Vinicius es un ejemplo», explica Milla, que añade: «El Real Madrid vuelca muchos de sus ataques por la izquierda, consciente del peligro que tiene en esa banda. Vinicius tiene buen uno contra uno, desborde... Cuando el Real Madrid domina a un rival se produce mucho desgaste, lo que permite que futbolistas así jueguen mejor», dice Milla. Alfaro coincide en su argumento: «El Real Madrid, como equipo grande que es, suele vivir en último tercio de campo, donde aparecen futbolistas como Vinicius, un jugador con cualidades como la velocidad o el desborde, ideales para este tipo de momentos». Por otro lado, como los partidos se están alargando, es más habitual que lleguen goles tardíos. Fuentes del Comité Técnico de Árbitros (CTA), en conversación con ABC, aseguraron que de esta manera se busca compensar las cada vez más frecuentes pérdidas de tiempo. Esto, que en principio generó controversia en algunos equipos, ha ido asentándose y los añadidos de más de cinco minutos son ya comunes en la Liga. Equipos como el Espanyol lo sufrió primero, con el gol de Lemar en el 99, el más tardío de la Liga, y lo disfrutó siete días después, con el tanto de Cabrera al Betis que le valió el empate en el Villamarín. «Antes, cuando yo jugaba, sabíamos que cuando el reloj se acercaba al noventa, el partido estaba a punto de terminar, pero ahora puedes encontrarte con que te quedan diez minutos más por el añadido. Son momentos en los que estás cansando, quizá con un hombre menos, y donde cualquier error se queda sin reacción. Además, acciones como agarrones o empujones, que antes podían quedar impunes por ocurrir en los últimos minutos, con el VAR se castigan», observa Alfaro. Milla también analiza el peso de los añadidos en la estadística de los goles finales: «Los jugadores tiene que acostumbrarse a este tipo de añadidos pues suelen ser instantes donde las ayudas defensivas, por ejemplo, son menores», sentencia Milla.

De Deportes https://ift.tt/3i9qePl

0 comentarios:

Publicar un comentario