martes, 28 de septiembre de 2021

La pausa de hidratación que no le sirvió a Ancelotti y volvió loco al Madrid

Minuto 63. Tras doce disparos, más de una veintena de llegadas al área, un 80% de posesión del balón y 15 faltas del equipo moldavo, la moneda va a caer de cara del Madrid. Visser, debutante en el Bernabéu como el Sheriff, acababa de comerse un penalti claro a Vinicius, del que tampoco quiso saber nada el VAR. Sesenta segundos después de esa polémica acción, el brasileño cae de nuevo en el área, tras ser golpeado por la cadera de Addo, pero no parece tan claro el derribo. El árbitro belga, que tampoco señaló el punto de penalti, esta vez sí que fue llamado a filar por el VAR. Benzema, golpeo seco y duro al palo derecho, igualaba el partido. Sería nadar para morir en la orilla. El empate del Madrid coincidió con un cuádruple cambio que ya tenía preparado Ancelotti antes del 1-1, pero no fue ese su único movimiento en ese minuto 63, clave para el inesperado desenlace final. Carletto aprovechó el tiempo que estuvo Visser mirando el monitor del VAR para sacarse de la manga una pausa de hidratación. Todos sus jugadores acudieron prestos al banquillo para beber agua, y como el Manzanares pasa por Madrid, aprovechó ya la coyuntura para aleccionar a los suyos, obtusos anoche ante la portería rival. Primero, órdenes para Kroos, Modric, Jovic y Rodrygo, los recambios de Carletto, y luego indicaciones a Benzema y Vini, además de a Valverde y Camavinga, recolocados como laterales improvisados. Confusión total que acabó pagando el Madrid. Fue de nuevo en los flancos donde Carletto, que por cierto vio cartulina por inventarse un 'cooling break' no autorizado, generó más confusión en su equipo, y por ahí se coció el 0-1 del Sheriff. Mal Nacho, que dejó una autopista por la derecha, y peor Miguel Gutiérrez, que replegó a destiempo y no pudo ni siquiera encimar el remate de Yakhshiboev. El 1-2 que no valió, por fuera de juego, también pilló a Valverde en cueros. Ancelotti está volviendo loco al uruguayo con tanto cambio. Su titularidad como falso extremo diestro tampoco explotó las mejores virtudes del uruguayo, y el equipo lo está pagando con dos traspies consecutivos, el de anoche de gravedad teniendo en cuenta quién estaba enfrente. El otro señalado de la sorprendente derrota ante el Sheriff, aparte de Carletto, fue Hazard. De nuevo titular, pero impotente. Estuvo participativo, tuvo un par de claras ocasiones y no regateó ningún esfuerzo, pero al belga no le sale nada y el Bernabéu ya le ha tomado la matrícula. Murmullo en cada balón que recibía y algunos pitidos cuando cometía errores en pases fáciles. Noche para olvidar en el Bernabéu, 580 días después del último partido continental en el estadio blanco, en el que el Real Madrid acabó sin ningún español sobre el verde.

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