miércoles, 29 de septiembre de 2021

La guerra de Madrid contra la Ley Celaá: pide que los nuevos currículos escolares no funcionen hasta 2023-24

El Gobierno regional está convencido de que no se va a llegar a tiempo de tener listos los libros de texto adaptados al nuevo currículo que marca la ‘ley Celaá’: se supone que entran en vigor en septiembre del curso próximo, el 2022-23, pero los responsables madrileños afirman que el retraso que lleva el Gobierno central en aprobar los decretos impedirá tenerlos preparados. Por eso, piden un respiro: que no se apliquen los nuevos currículos hasta el curso 2023-24. Según explicó el consejero de Educación y portavoz del Gobierno madrileño, Enrique Ossorio, «los nuevos libros de texto no llegarán para septiembre de 2022». Denunció el retraso que lleva el Gobierno central en redactar y aprobar el decreto que regula los nuevos contenidos de estos libros de texto, adaptados a la nueva ley educativa, popularmente conocida como ‘ley Celaá’. Borrador o nada A su juicio, se llega tarde y eso va a impedir que los profesores puedan programar el curso con normalidad. En este momento, explicó Ossorio, el Gobierno madrileño sólo tiene el borrador de los nuevos currículos de Primaria, y sabe que ayer se hablaba del de Educación Infantil. Pero no saben nada de los correspondientes a Bachillerato y ESO. «Estamos muy retrasados», insiste Ossorio. Además, según ha informado al Gobierno de Madrid el Ministerio de Educación, el borrador de currículo de Primaria será ahora sometido a un periodo de exposición pública y al debate pertinente en el Consejo Escolar del Estado. Luego llegará el momento de pasar por la Comisión de Subsecretarios y el Consejo de Ministros, por lo que su publicación definitiva en el BOE no se producirá antes de diciembre. Si estos plazos se cumplen, la Comunidad no podrá comenzar a elaborar su parte de esos currículos de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato –el 40 por ciento que le corresponde a las autonomías– hasta enero. Y como desarrollarlos precisa de varios informes, trámites, plazos y dictámenes hasta su aprobación final, ésta no se produciría en ningún caso antes del mes de mayo si se tramita por la vía ordinaria, o de abril si se hace por la de urgencia, informó el consejero. De acuerdo con su valoración, «mientras el Gobierno Central ha tenido un año para hacer sus decretos, las comunidades vamos a tener sólo unas semanas». A partir de ese momento, los editores tendrán que iniciar la elaboración de los libros de texto, lo que también llevará su tiempo «teniendo en cuenta que hay asignaturas nuevas y que cambian muchos contenidos», indicó Ossorio. Una situación que han criticado los propios editores:la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (Anele) emitió un comunicado advirtiendo de esa falta de tiempo para adaptar los libros a la ‘ley Celaá’. Ya con ellos, los profesores tendrán que hacer su programación didáctica para el curso. Ossorio teme que «después nos echarán la culpa a nosotros, a Madrid». Contraataque El enfrentamiento entre el Ejecutivo central y el madrileño es total en relación con la nueva ley educativa, la Lomloe. Hasta el punto de que Madrid ha llevado a la Asamblea una norma regional, la Ley Maestra, que tiene como objetivo principal blindar la enseñanza concertada y proteger el modelo madrileño frente a algunos de los cambios que introduce la nueva ley estatal, siempre dentro de sus competencias. Otro de los puntos de fricción es el relativo a los exámenes de recuperación de junio, que según la norma estatal desaparecerán este curso. Pero el decreto que lo incluye todavía no se ha aprobado, con lo que el curso se ha iniciado con los centros escolares aplicando la normativa actualmente aún en vigor, y recogiendo en su programación estos exámenes de junio. En este momento, recuerda Ossorio, saben porque «lo han leído en la prensa que esos exámenes se van a suprimir, pero la ley que está en vigor aún no lo recoge», una situación que genera en los centros una enorme confusión. «Esta gente lo hace todo mal y tarde», valoró Ossorio, en referencia al Gobierno central. Si finalmente ese decreto recoge la posibilidad de ampliar un año más la celebración de estos exámenes de recuperación en junio, Madrid se acogerá a la excepcionalidad y los mantendrá, aseguró el portavoz del Ejecutivo autonómico. Que además adelantó que en Madrid ya buscan otras fórmulas alternativas que les permitan que pervivan esas pruebas. La batalla por la educación Nuevos contenidos La nueva ley educativa aprobada por el Gobierno central prevé cambios en los currículos, lo que obligará a modificar los contenidos de los libros de texto. Un proceso que aún no se ha iniciado porque los decretos correspondientes no están aprobados todavía. Exámenes de junio Nuevo caballo de batalla entre la Administración central y la regional. La ‘ley Celaá’ elimina las pruebas extraordinarias de junio. Madrid quiere mantenerlas;lo hará este año de forma excepcional si admite eso la norma, y busca fórmulas para los cursos siguientes Caos y falta de consenso El portavoz del Gobierno regional, Enrique Ossorio, cree que «el Gobierno aprobó la Lomloe sin consenso, aprovechándose de la situación de pandemia. Salió adelante de manera desastrosa, y su aplicación va camino de ser aún más caótica». Ley Maestra El Gobierno madrileño ha elaborado la Ley Maestra, que blinda la enseñanza concertada frente a lo que consideran ataques de la ’ley Celaá’. La norma regional, circunscrita a las competencias autonómicas, está ya en la Asamblea de Madrid para su votación.

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