
La Policía Científica sigue investigando el trágico suceso que acabó con la vida de cuatro personas el 20 de enero en la Casa Parroquial de la Iglesia de la Paloma, en la calle de Toledo. Las pesquisas, aún sin terminar, apuntarían a un corrimiento de tierras iniciado en un edificio vecino para explicar la fuga de gas que se produjo, realmente, en la acometida central que empalmaba con la toma hacia el edificio religioso; esto, entre otras cosas, eximiría de responsabilidad a la entidad afectada por el suceso, pero también a los dos hombres (el párroco Rubén Pérez Ayala, de 36 años, y su amigo, el feligrés David Santos, de 35, quienes se encontraban dentro). El descubrimiento sobre esta hipótesis, que...
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