
Jóvenes saltando al son de la música electrónica, con copas en sus manos, sin guardar la distancia de seguridad y sin hacer uso de la mascarilla. Fue la dantesca escena que se vivió en una polémica fiesta celebrada en el Teatro Barceló el pasado 21 de enero, en plena tercera ola de la pandemia. Tras dieciocho días de investigación para esclarecer lo ocurrido, el informe de la Policía Municipal exime de culpa a la discoteca y centra la responsabilidad en los jóvenes. La Consejería de Sanidad decidirá ahora si incurrieron en un delito contra la salud y, por ende, si procede a multarlos. Para la realización del informe, los agentes de la Policía Municipal han tomado declaraciones a empleados del local...
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