
Unidas Podemos (UP) responde con otros asuntos cuando se les pregunta si condenan los actos de violencia callejera en los que están derivando algunas protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel. No se les pregunta qué piensan de las manifestaciones pacíficas, ni tampoco por alguna actuación policial que pudiera ser cuestionable. Se les pregunta concretamente por los vándalos y radicales que dejan a su paso escaparates rotos y vehículos quemados, y por unos hechos que han decidido no reprobar. Una pregunta para un único medio fue lo que UP permitió ayer que se le hiciera a su portavoz Rafa Mayoral en el Patio del Congreso de los Diputados. La cuestión fue la siguiente. «¿Unidas Podemos condena los actos vandálicos que se han producido en algunas manifestaciones; los actos de violencia por parte de algunos manifestantes?». A continuación, un enrevesado ejercicio discursivo de 4 minutos para escabullirse de la respuesta. «Yo no tengo ningún problema en abordar la cuestión —empezó Mayoral—, lo que pasa es que tengo una opinión y las opiniones no se responden con un sí o con un no, las opiniones se responden en una situación tan compleja como la que está viviendo nuestro país, precisamente, en hacer una reflexión de participación democrática en este país (sic.)». No responder una pregunta de la prensa puede ser casualidad o despiste. No hacerlo más de dos y tres veces, y que esto se repita con otros dirigentes del mismo grupo parlamentario, evidencia una orden marcada, y ese regate calculado se convierte en la respuesta en sí misma. Al margen de esto, UP registró ayer ante el Ministerio de Justicia la petición de indulto para Hasel. Así presionan al PSOE y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. También lo solicitan para Valtònyc, otro rapero que reside en Bélgica desde 2018 para evitar su ingreso en prisión. Condenado por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona. UP tilda de injusto el encarcelamiento del primero y aborda de «exilio» la situación del segundo. En el escrito también defienden la eliminación de los dos delitos que se les imputan, así como los tipos penales contra los sentimientos religiosos y las instituciones del Estado. Mayoral también deslizó ayer un ataque velado a la Policía. «El problema que existe es que cuando no se hacen las cosas bien, quienes no las hacen bien no reciben reprimendas. Y eso hace que los que las hacen bien no encuentran incentivos y aquellas prácticas de los que las hacen mal se terminan convirtiendo desgraciadamente en opciones viables para abordar problemas que son de participación política y no de orden público», dijo.<blockquote class="twitter-tweet" data-width="550"><p lang="es" dir="ltr">Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles. Ayer en Barcelona, hoy en la Puerta del Sol.<br><br>La violenta mutilación del ojo de una manifestante debe ser investigada y se deben depurar responsabilidades con contundencia</p>— Pablo Echenique (@PabloEchenique) <a href="https://twitter.com/PabloEchenique/status/1362134409055502341?ref_src=twsrc%5Etfw">February 17, 2021</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script> El portavoz del grupo parlamentario, Pablo Echenique, escribió un mensaje en Twitter el miércoles por la noche alentando las protestas de la Puerta del Sol, en Madrid, a pesar de que decenas de grupos de jóvenes se habían saltado el toque de queda y las restricciones sanitarias del coronavirus. «Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles», dijo. También ese día pero por la mañana, preguntado por las protestas en Cataluña, el secretario primero de la Mesa del Congreso y diputado de UP, Gerardo Pisarello, se limitó a responder que la mayoría habían sido pacíficas y que había que centrarse en eso. Solo la diputada de UP Sofía Castañón dijo en TVE que condenaban la violencia. Mayoral, Echenique y Jaume Asens se centraron en denunciar las cargas policiales, así como el caso de la joven que perdió un ojo en Barcelona por una bala de foam de los Mossos y el uso de escopetas de posta en Linares. «Es una vergüenza internacional», decía Mayoral, que volvió a insistir en la falta de «normalidad democrática». El rapero Hasel fue condenado por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona. Pero el tribunal tuvo en cuenta la reincidencia a la hora de denegarle la suspensión de la prisión como en otras ocasiones.
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