lunes, 1 de febrero de 2021

Antonio García, el español anónimo que brilla en Estados Unidos

En su día fue una leyenda del karting, esperanza española para penetrar en los vericuetos inexplorados de la Fórmula 1, y hoy es un rutilante piloto de pruebas de resistencia que alberga una consistente colección de éxitos a nivel mundial. Es Antonio García, madrileño de 40 años, íntimo de Fernando Alonso desde finales de los ochenta en sus andanzas por los karts, y casi familia de Adrián Campos, personaje clave en el impacto de la Fórmula 1 en España fallecido la semana pasada. En honor de Campos, Antonio García ha conquistado las 24 Horas de Daytona en una de sus categorías, GTLM. Se trata de una de las carreras más simbólicas en Estados Unidos y es el tercer triunfo de García en esta prueba. Antonio García es uno de los pilotos a los que tuteló Adrián Campos desde que integró aquella competición vivero de futuros aspirantes a estrellas, el Open Fórmula by Nissan, con la estructura de Campos Racing. Una relación que perduró durante más de veinte años y que se expresó públicamente con el tuit de Antonio García en la muerte del expiloto valenciano. «Cuesta encontrar palabras... Me quería como a un hijo y yo a él como a un padre. Le voy a echar muchísimo de menos. Toda mi fuerza desde aquí a la familia, a la familia de CamposRacing, y en especial para Adri, Alejandro y Lucas. DEP Boss». Lucas, uno de los hijos de Campos, le respondió en las redes sociales. «Gana este finde por mi padre Antonio, te quería mucho, está y estará siempre muy orgulloso de ti». En esa tribuna pública, el introvertido y reservado piloto madrileño dedicó su éxito en Daytona. «Ha sido un mes muy difícil. Perdí a mi fan número uno, mi abuelo, hace tres semanas y antes de ayer a mi querido y casi padre Adrián Campos. Estén donde estén habrán disfrutado del triunfo y me siento afortunado de poder dedicarles esta victoria». De esta manera consiguió García tal vez el triunfo más emotivo de su carrera deportiva. Lo hizo junto a sus compañeros Jordan Taylor y Nicky Catsburg en el Corvette. Era el coche favorito de los seis en liza de su categoría y cumplió con los pronósticos, pese al sobresalto de última hora. Positivo por Covid El español no pudo terminar la carrera de 24 horas porque en el tramo final llegó un resultado positivo en uno de los test que se había realizado. Por este motivo no pudo subir al podio con sus compañeros. Discreto como es, García se vio obligado a dar una explicación a sus seguidores. «Me molesta tener que hablar de esto, pero parece más importante que ganar Daytona... De mi vida privada hablo poco, pero a finales de diciembre contraje Covid y fui sintomático. Pasé como dice el protocolo un mínimo de 10 días aislado y esperando estar al menos 4 sin síntomas... Desde que me dieron el alta el 8 de enero nunca imaginé que volviera a dar positivo en algún test de los que hice posteriormente». Es el tipo de vida que deparó el automovilismo para Antonio García, cuyo camino se separó deportivamente de Alonso hace veinte años. El asturiano se marchó a la Fórmula 3.000, antesala de la F1, y García se dirigió a la misma categoría desde la cantera de Red Bull. Pero el casting con el equipo junior de la entidad energética lo dejó fuera del camino. «Me ubicaron en un Porsche de la ex FIA-GT. Gané las 24 horas de Spa. Me di cuenta de que hay vida fuera de la F1. No podía obcecarme y echar todo a perder. Y cambié de vida», admitió a ABC. Desde entonces, en la Resistencia, García ha levantado una trayectoria sólida.

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