
Vivimos en una sociedad que admira el crimen a niveles tóxicos, casi enfermizos. Series, películas, incluso programas de entretenimiento, son creados o dirigidos por quien nunca ha tenido contacto alguno con el inframundo del delito, al que tratan como si fuese un universo atractivo de vivencias arriesgadas, y emociones intensas. Pero la realidad, en cambio, es la que describe la frase de un viejo agente al que admiro. «Vivo tranquilo, porque sé que mi familia ni siquiera puede imaginarse las cosas que he visto». La delincuencia no es un juego en el que uno puede adentrarse con gafas tridimensionales, y salir de él indemne y sano en el salón de su casa, por mucho que la cultura de los «mass...
Ver Más
De España https://ift.tt/36UrcZI
0 comentarios:
Publicar un comentario