Más Madrid propone un descuento en el abono transporte a quien recicle residuos en el Metro

Más Madrid propone instalar en el Metro y otros medios de transporte público contenedores para reciclar envases, y a cambio ofrecer descuentos a los que los utilicen. Que las personas más comprometidas con el cuidado del medio ambiente y que se tomen la molestia de reciclar los residuos de envases reciban un incentivo a cambio es el objetivo de la proposición no de ley que ha presentado en la Asamblea. Esta propuesta ya existe en ciudades como Roma, donde se consiguieron reciclar hasta 350.000 botellas en los tres primeros meses desde su puesta en marcha, señalan fuentes de la formación política. Esta propuesta se incluiría dentro del próximo ejercicio presupuestario de 2022, y su objetivo es fomentar el transporte público y el reciclaje, «dos elementos centrales de la acción contra el cambio climático». Los dispensadores donde se reciclarían los envases se ubicarían en el Metro de Madrid. Esta medida ya existe en otras ciudades, no sólo en Roma sino también en Medellín, Estambul o Pekín. «Apostamos por afrontar la emergencia climática de manera global e innovadora, por eso proponemos un plan piloto, que ya funciona en otras ciudades, para combinar el fomento del transporte público y el reciclaje de plásticos», asegura la portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García. Según los datos de demanda de Metro de Madrid de 2018, el número de viajes de dicho año llegó a los 657.211.853. Por eso, en Más Madrid creen que el Metro y sus estaciones suponen unas zonas de paso «con un alto potencial para, teniendo en cuenta los requerimientos de seguridad imprescindibles, instalar un sistema de recogida y reembolso que, igual que en otras capitales mundiales, permita fomentar el reciclaje y reutilización de los envases reconociendo a los usuarios de transporte público implicados en esta tarea». Los residuos de envases -como botellas de agua, latas de refrescos, o briks de zumo- se recicla únicamente un 37 por ciento del total de lo que se pone en el mercado; y además, tienen un consumo muy elevado fuera del ámbito doméstico, por lo que «su abandono dificulta su recuperación». En el resumen de Mónica García, «frente a la adicción al tubo de escape del gobierno de Ayuso y el desmantelamiento de Madrid Central, proponemos incentivar la movilidad sostenible y facilitar la gestión de residuos».

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