En su segunda temporada en la competición, el piloto Álex Palou ha conquistado el primer título de la IndyCar para el automovilismo de España. A sus 24 años, Palou llegó a la última prueba de la temporada en el circuito callejero de Long Beach (California) en la primera posición de la tabla con 517 puntos, por los 482 de su principal perseguidor, el joven mexicano Pato O'Ward. Al cumplirse 15 años del segundo y último título de Fórmula 1 de Fernando Alonso, Palou conquistó otro histórico trofeo para España al acabar cuarto en la carrera disputada en Long Beach. El piloto no quiso entrar entrifulca por el podio y se conformó con una cuarta posición que hace pasar a la historia del deporte español. La primera sorpresa de esta brillante gesta deportiva llegó nada más empezar el campeonato. Sin órdenes de equipo ni ataduras, Palou se imponía en la carrera inaugural, en Barber. Líder desde el principio. Después llegaron otras dos victorias más (Road America y Portland) y, sobre todo, un segundo puesto en las 500 Millas de Indianápolis. El barcelonés se quedó a cuatro décimas de conquistar el óvalo más famoso del mundo. En Laguna Seca, hace una semana, demostró una capacidad asombrosa para lidiar con la presión y se metió medio campeonato en el bolsillo. Poco a poco ha ido metiéndose en el bolsillo a los grandes gurús del ‘motorsport’, cautivados por el talento de un piloto que no contaba para nadie a principio de temporada. «Está bien que digan cosas buenas de uno. Y lo mejor es que no ha sido fruto de la suerte, nos lo hemos trabajado», dijo a ABC esta asemana No todo es perfecto, porque a Palou le sigue faltando el reconocimiento en su propio país. Admite que con cada éxito ha notado un poquito más de seguimiento, pero en su opinión falta mucho: «Tampoco se puede cambiar todo de la noche a la mañana», concede. «Hay que ir paso a paso. Cuando vino Alonso ayudó bastante y después de estar luchando por las 500 Millas también aumentó el interés. Hay que tener en cuenta la diferencia horaria, que no ayuda a seguir las carreras, y que es un campeonato muy de aquí, con poca proyección exterior». Estados Unidos siempre fue un terreno poco explorado por los españoles. Fermín Vélez fue el pionero y Oriol Serviá quien logró mayor estabilidad, pero hasta ahora el éxito siempre se había resistido. «Igual se abre una puerta a que vengan más. Cada vez hay más pilotos de fuera que se sienten atraídos por esta atmósfera». Antes de aterrizar en Estados Unidos, Palou intentó conquistar también Japón, destino exótico al que llegó tras darse cuenta de que el trayecto hasta la F1 no dependía solo de su talento. Ahora sabe que el título de la IndyCar le abrirá nuevas oportunidades. Y en España ya hay quien sueña con medirle a Sainz y Alonso. No parece probable. «Estoy tan bien en Estados Unidos que me lo tendría que pensar muchísimo. Aquí tengo la oportunidad de luchar por ganar campeonatos, que es mi motivación. Allí solo cuatro o cinco pilotos tienen esa opción». Palou, instalado desde hace poco más de un año en Indianápolis, contó en Long Beach con el apoyo de su padre y su novia. En Estados Unidos ha convertido en tradición celebrar los éxitos comiendo pollo frito, aunque aún no se ha atrevido a comprarlo por prudencia. Ahora, por fin, ya lo puede hacer.De Deportes https://ift.tt/3kGEJvJ
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