viernes, 24 de septiembre de 2021

El maravilloso viaje de Pelayo Novo: del fútbol profesional al tenis en silla de ruedas

Cuenta Pelayo Novo García (0viedo, 1990) que «cuando te pasa algo así, te pones en lo peor, pero yo puedo decir que tengo una vida muy completa. Estoy muy entretenido, en un momento muy bueno y soy muy feliz». Se refiere, claro, a lo que ocurrió el 31 de marzo de 2018, Sábado Santo, para ser precisos. Entonces Pelayo era futbolista profesional del Albacete Balompié y se encontraba en el hotel Abba de Huesca, concentrado para jugar contra el equipo local un partido de Segunda División. En un santiamén sucedió lo inexplicable, un accidente absurdo a la par que trágico: Pelayo se precipitó desde la tercera planta del hotel hasta el suelo. El gravísimo percance copó los noticiarios. Desde entonces varios milagros fueron haciendo acto de presencia. Primero salvó la vida, aunque para ello tuviera que ser operado durante seis horas y estar once días en la UCI del Hospital Clínico de Zaragoza. Después, tras 51 días ingresado, fue trasladado al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, donde pasó seis meses más y sus extraordinarios profesionales lograron que no se quedara tetrapléjico. Allí descubrió el tenis en silla de ruedas, y precisamente ese es el motivo por el que este fin de semana ha vuelto a Albacete. Pelayo está jugando el Open Ciudad de Albacete. Este viernes cayó en los cuartos de final del torneo individual contra Carlos Pina, un jugador mucho más experimentado, que le ganó por 7-5 y 6-2. Y hoy jugará el torneo de dobles y otro de consolación. El deportista ovetense es el actual número 17 del ranking español de tenis en silla de ruedas. Albacete es una de las paradas del circuito nacional, puntuable para el campeonato de España que a finales de año disputan los 12 mejores; normalmente, en la Academia de Rafa Nadal en Manacor. «Al llegar a Albacete he tenido sentimientos encontrados. En realidad, ha sido más fácil de lo que a veces la cabeza se piensa. Una vez que estás aquí no es para tanto. El trato y el cariño que me mostraron en la ciudad siempre fue muy bueno y, por eso, no podía hacer más que atender a todos los medios de comunicación», afirma a ABC en conversación telefónica. El exfutbolista del Albacete Balompié, que se mueve con muletas, ha venido a La Mancha con su novia y sus dos perros. Y este viernes, cuando se levantaron, se fueron a desayunar a la terraza de la cafetería ‘El Córner’, en la ciudad deportiva ‘Andrés Iniesta’, donde tantas mañanas lo hiciera hace poco más de tres años. No hay nada como no perder las buenas costumbres. Pelayo solo había estado una vez en Albacete desde el accidente: fue en 2019 para asistir al ‘play off’ de ascenso que jugaron los blanquillos en el ‘Carlos Belmonte’ contra el RCD Mallorca. Ahora su vida transcurre entre el tenis en silla de ruedas, «que lo disfruto mucho»; la federación asturiana de tenis, en la que se encarga «de las redes sociales y de nuevas modalidades como el tenis playa, que tiene mucho tirón»; y la peluquería canina que ha abierto junto con su novia en Oviedo. Se llama ‘Dog N’Roses’, en homenaje a la mítica banda de música. Además, en todo este tiempo no ha dejado de formarse. Ha hecho un grado superior de Administración y Finanzas y también un curso de ‘scouting’ de fútbol. Pelayo siempre fue un futbolista atípico, preocupado por el futuro una vez se acabara eso de dar patadas a un balón. Mientras jugaba en el Real Oviedo estudió Ingeniería Técnica Industrial, una carrera de la que solo le faltan dos asignaturas, pese a que no tenía mucha vocación. Como tampoco se veía jugando al tenis: «Cuando estaba en el Hospital de Parapléjicos mi novia me regaló una raqueta y yo le dije: ‘¿Para qué la quiero?’ Y ahora ella me contesta: ‘¿Y ahora qué?’».

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