A pesar de las críticas que le han llovido desde muchas direcciones, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, cumplió ayer su promesa y puso en marcha el Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal, en Valdebebas. Con un centenar de sindicalistas protestando en la calle y con ausencias notables como las de la oposición o el ministro Illa –extrañado por el «repentino amor» que le profesaban en el PP, ironizó–, el primer centro sanitario para pandemias es ya un hecho y pretende convertirse en el «balón de oxígeno» que permita respirar mejor a los demás hospitales, al traer no sólo a enfermos de Covid-19, sino también, cuando se precise, a los de otras epidemias, como la gripe, o a las víctimas de una emergencia. Díaz Ayuso hizo, una vez más, oídos sordos a las crítica: «Nosotros estamos a salvar vidas; ese es el único objetivo». Las camas se organizan por módulos, como se ve en la imagen - JAIME GARCÍA El presidente de la Asamblea, Juan Trinidad; el líder de la oposición nacional, Pablo Casado; el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida; el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, y varios de los consejeros de su Gobierno –como los de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero; Medio Ambiente, Paloma Martín; Cultura, Marta Rivera de la Cruz; o Vivienda, David Pérez, participaron ayer en la inauguración. Rompiendo esquemas, fue la presidenta Díaz Ayuso quien les recibió a todos, saliendo desde dentro del edificio mientras todos la esperaban fuera, con los manifestantes enfrente. Abierto «a toda España» Durante su recorrido por el centro, apreciaron el pabellón 2, el primero que se pondrá en marcha y que esta semana recibirá ya a los sanitarios de la plantilla –116 voluntarios en comisión de servicios desde otros centros, y otros 550 cuya procedencia aún se desconoce–. Y a los primeros pacientes, a partir de la semana próxima. Simultáneamente, se finalizarán los trabajos que aún ayer eran visibles en muchas zonas de la nueva instalación, que ocupa 80.000 metros cuadrados de superficie y cuyo coste ronda los 100 millones de euros. El Isabel Zendal, con sus 1.056 camas, de las que 1.008 son para hospitalización en planta y 48 en UCI o cuidados intermedios, estará abierto «a todas las comunidades autónomas», aseguró la presidenta madrileña. Será una instalación que acoja a pacientes de otros centros «que tengan que hacer obras» y servirá de «alivio a las listas de espera», explicó. Monitor para el control de un paciente en el nuevo hospital - JAIME GARCÍA Desde que anunció su intención de ponerlo en marcha, el pasado mes de mayo, las críticas por la iniciativa se han multiplicado. Algo que no ha frenado a Díaz Ayuso, acostumbrada a combatirlas: «También nos criticaron por el hospital de Ifema; y por regalar mascarillas que según decían eran demasiado buenas; y por la compra de test de antígenos; y por solicitar que éstos se pudieran hacer en las farmacias; y por pedir test en Barajas...». «No puede ser mala noticia» La presidenta madrileña lamentó las ausencias, de la oposición y –citó expresamente– la del ministro Illa –acudió, en su nombre, la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón–, pero insistió: «Un hospital público no puede ser una mala noticia para nadie, a no ser que el sectarismo político lo vea así». Muy emocionado, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, defendió que el Zendal será «un icono de nuestra Sanidad». José Luis Martínez-Almeida, agradeció en nombre del pueblo de Madrid la nueva infraestructura hospitalaria y se mostró convencido de que «el Gobierno de la Nación sabe en su fuero interno» que el Hospital Enfermera Isabel Zendal es «una buena noticia, aunque les cueste admitirlo». Vista general del gran almacén, con techos de 12 metros de altura, en el Isabel Zendal - JAIME GARCÍA Lo mismo opinaba el presidente del PP, Pablo Casado: aquí, dijo, deberían estar «todos». Protagonizó la anécdota de la jornada, al preguntar por los quirófanos. Fue informado de que en el Zendal lo que hay son «salas de procedimientos, donde hacer por ejemplo traqueotomías». Desde el campo sanitario, el presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem), Manuel Martinez-Sellés, se felicitó por la inauguración: «La apertura de un nuevo hospital público en Madrid, y más uno con una dotación de camas muy importante, es una buena noticia». Recordó que ahora empieza «la parte más dura del invierno en el que, lo primero, no sabemos cómo va a evolucionar la pandemia y en la que tradicionalmente tenemos una situación importante de ingresos por la gripe». Por parte del Gobierno central, evitaron pronunciarse sobre el nuevo hospital: la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, se limitó a decir que el Ejecutivo «ni entra ni sale» en cómo usa cada comunidad sus recursos sanitarios, al tiempo que recordaba que Madrid era «la que más» se había beneficiado del fondo Covid-19, entregado por el Gobierno central a las regiones para los gastos ocasionados por la pandemia. Datos del centro 10.500 metros cuadrados tiene cada uno de los tres pabellones de hospitalización en el Isabel Zendal. Además, alberga el laboratorio regional y un gran almacén y centro logístico. 1.056 camas de las que 1.008 son para hospitalización en planta, 16 son UCI y 32 de cuidados intermedios. 116 profesionales se han apuntado voluntariamente para trasladarse de su actual hospital hasta éste e incorporarse a su plantilla.
De España https://ift.tt/2Vm5pol
0 comentarios:
Publicar un comentario