martes, 29 de diciembre de 2020

Costa y Trippier, dos ausencias por antojo de futbolista

Hace siete días el Atlético se relamía con el mar en calma y una dulce sensación de bienestar que le procuraba la clasificación para los octavos de final de la Champions, la victoria en San Sebastián ante la Real Sociedad y el liderato de la Liga. Una semana después, unas horas antes de jugar contra el Getafe (19.15 h.), la realidad le da la razón a Simeone –«el fútbol es 24 horas al día, no te puedes dormir, siempre hay alguien despierto», dijo ayer– y, sobre todo, al presidente del club. «Los jugadores juegan donde quieren jugar», repite Enrique Cerezo en una de sus frases más afortunadas, tal vez la única realmente brillante. Diego Costa se marcha del Atlético porque la suplencia ante Luis Suárez le ha cerrado el paso; y Kieran Trippier, el único futbolista intocable para el Cholo este año por la ausencia de un sustituto, se pierde diez semanas (14 partidos oficiales) por su mala cabeza con las apuestas. Dos bajas en invierno que obligan al Atlético a fichar y que tienen que ver con los antojos de los dueños del cotarro, los futbolistas. Los jugadores del siglo XXI actúan como lo ha hecho Diego Costa. Se garantizan un contrato con una cifra durante unos años, un caché oficial, y de ahí no se mueven aunque lluevan piedras y su rendimiento nada tenga que ver con su ficha. Costa regresó al Atlético desde el Chelsea como el portador del maná, el delantero que repescaría los 30 goles por temporada, complemento perfecto para Griezmann. Diez millones al año lo convirtieron en el mejor pagado de la plantilla. Y eso seguía ingresando pese a su pérdida de protagonismo y, sobre todo, la carencia de goles. Solo Oblak cobra ahora más que él. Pero siguiendo la máxima que suele expresar Cerezo, Diego Costa se ha cansado de la suplencia con su mentor Simeone y quería dejar el Atlético libre y sin condiciones, haciendo un Luis Suárez al abandonar el Barça. El club se ha plantado y le impone una cláusula (se estima en 15 millones) si ficha por alguno de los equipos que juegan la Champions: Barcelona, Real Madrid y Sevilla. Simeone se refirió al tema con palabras amables, que no esconden la negociación que ayer acabó con el finiquito. «Era lo que Diego buscaba, y el club quería ayudarlo pero sin verse perjudicado». El entrenador colchonero celebró el adiós amistoso «para así poder saludarnos y abrazarnos cuando nos veamos en el futuro. Y que ambos tengamos los buenos recuerdos». Los «problemas personales» de Costa parecían tener otro nombre, Luis Suárez, quien según Simeone, ha propiciado un cambio de estilo en el equipo hacia un juego más combinativo. Se abre ahora el abanico de candidatos a cubrir el hueco de Costa. Milik, Raúl de Tomas, Loren, Bakambú, Maxi Gómez... El Atlético es propietario de otro «9» que podría servir a la causa, Saponjic, pero ese es otro misterio. Incomprensible es la afición de los futbolistas millonarios a las apuestas. Por este motivo, la federación inglesa inició una investigación sobre Kieran Trippier que ha terminado con una sanción de diez semanas y 75.000 euros de multa. A Trippier lo acusan de haber apostado, a través de personas cercanas, que ficharía por el Atlético en el verano de 2019. Según los medios ingleses, las pesquisas empezaron hace más de medio año y el lateral cometió siete presuntas infracciones de la regla que prohíbe a cualquier persona dentro del fútbol transmitir información que no esté disponible públicamente para que otros la utilicen para apostar. «Es injusto, perjudica al Atlético», lamentó ayer Simeone. Sin embargo, Trippier ya no jugó con la selección inglesa contra Dinamarca en octubre en la Liga de las Naciones porque se investigaba su caso.

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