viernes, 3 de marzo de 2023

Van der Poel, a por su segundo triunfo en Siena en una Strade Bianche huérfana de favoritos

Los largos tramos de sterrato, 63 kilómetros de un total de 184, un recorrido sinuoso por los alrededores de la milenaria Siena , una de las ciudades más bonitas de la Toscana -y por ende, de Italia- y un final en el hogar del Palio, la bella y medieval Piazza del Campo , hicieron de esta joven carrera una de las más codiciadas entre los clasicómanos. Tanto es así, que en sus apenas 17 ediciones, hombres de la talla de Julian Alaphilippe , Wout van Aert o el prodigio balcánico Tadej Pogacar , el mismo año pasado, dejaron su impronta en lo más alto del podio sienés. Este último, tras su exhibiciones en la clásica de los olivos y en la Vuelta de Andalucía, no estará este curso en la Strade Bianche . Tampoco lo hará el campeón de 2020, un Van Aert que volverá a competir en ruta en la Tirreno-Adriático (del 6 al 12 de marzo) en una vuelta semanal donde también regresará Primoz Roglic , ausente desde su caída en la decimosexta etapa de la pasada Vuelta a España. Al capítulo de bajas sensibles en la antigua Etruria en este nuevo ciclismo joven, personalista, talentoso y estelar, se le suma el campeón de La Vuelta Remco Evenepoel . El polivalente belga sólo correrá este marzo en la Volta Catalunya, donde es uno de los principales favoritos. El que sí regresa a Siena es su compañero de equipo en el Quick Step, y ganador en el sterrato de la Strade Bianche en 2019, Alaphilippe. El bicampeón del mundo francés, en plena búsqueda de volver a ser quien fue, será junto a Pidcock , Mohoric, Benoot (campeón de la edición de 2018) y Vlasov, los principales aspirantes a derrotar al favorito Mathieu van der Poel. Noticia Relacionada ciclismo estandar Si La reconstrucción de Egan Bernal: vivir es el triunfo José Carlos Carabias El ganador del Tour 2019 aprendió a comer, andar y montar en bici de nuevo después de su tremendo accidente hace un año En efecto, después de un inicio de temporada brillante donde volvió a vestirse el maillot arcoiris de campeón del mundo de ciclocrós por quinta vez después de reventar a Van Aert en la meta de Hoogerheide, el holandés es muy favorito en un terreno que marida a la perfección con su polivalencia. Los cortos, numerosos e intensos repechos y los más de 60 kilómetros de sterrato invitan a Van der Poel a repetir la exhibición de hace dos temporadas , cuando en el ocaso de la carrera atacó ferozmente a Bernal para llegar en solitario a la Piazza del Campo.

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